A través de redes sociales e internet en general, se ofrecen fajas reductoras para modelar la figura y conseguir bajar de peso. No obstante, según especialistas, no es aconsejable su uso, menos al hacer deporte.

Así lo señaló a Página 7 Rodrigo Beltrán Inostroza, director de la carrera de Kinesiología de Universidad de Las Américas, Sede Viña del Mar.

El profesional recalcó que “no es recomendable el uso de fajas reductoras para hacer deporte o como complemento a la actividad física, debido a la limitación que ocasionan a nivel articular en el movimiento normal de la columna y a nivel abdominal en el ciclo respiratorio“.

Tampoco recomienda usar una mientras se realizan las actividades cotidianas: “La verdad es que su uso no es recomendable, ni cuando se está efectuando actividad física, ni tampoco durante el día, principalmente por la modificación anatómica que ocasionan en el cuerpo de quien las usa, pensando sobre todo en una respiración normal y en reposo”.

¿Entonces no tiene ningún beneficio?

“Su uso solo ocasiona un aumento en la temperatura corporal y, por ende, una mayor cantidad de sudoración, pero no tienen un efecto físico visible a nivel corporal, como sí lo genera la práctica regular de ejercicio físico”, explicó Beltrán.

Por este motivo, el especialista de UDLA aconseja mantenernos saludables mediante la práctica regular de ejercicios y deportes que sean de nuestra elección, no a través del uso de fajas reductoras.

Por otra parte, el traumatólogo Fernando Bascuñán, explicó hace un tiempo a BioBioChile que “su uso constituye una deformidad al igual que ciertas tribus africanas en las que las mujeres se colocan anillos en el cuello para alargar el mismo. Esto no estaría exento de riesgos para la salud. Desde estreñimientos extremos hasta prolapso uterino o vesical por aumento excesivo de la presión intrabdominal”.

Menos para dormir

“En este estado el riesgo de compresión excesiva es más evidente. La persona que lo emplea puede sufrir reflujo hasta dificultad respiratoria, que pasa inadvertida en estado de sueño profundo sin capacidad de advertirlo ni contrarrestarlo”, comentó el profesional.

Bascuñán advirtió también que usarla frecuentemente acarreará una serie de problemas en el futuro, “sobre todo en la adultez mayor, cuando los tejidos están más desgastados”.

¿Qué ejercicios se pueden realizar para reducir el abdomen?

“Lo principal es mantener una alimentación saludable, hidratación adecuada y práctica de ejercicios según las recomendaciones de la OMS”, señaló Rodrigo Beltrán.

“Los adultos de 18 a 64 años deben dedicar como mínimo 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa cada semana, o bien una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas”, detalló.

La actividad aeróbica se practicará en sesiones de 10 minutos de duración, como mínimo.

Y añadió que “a fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, los adultos de este grupo etario pueden aumentar hasta 300 minutos por semana la práctica de actividad física moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa aeróbica”.

También se puede realizar “una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa, dos veces por semana” o realizar actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares“.