Desde que el coronavirus aterrizó en suelo chileno, muchas son las personas que han sufrido cambios en sus rutinas laborales, pues han dejado las oficinas para desempeñar teletrabajo.

Es por lo mismo, que muchos han optado por la comodidad a la hora de sentarse frente al computador, y al desarrollar las actividades habituales en el hogar.

En este escenario las pantuflas se han transformado en un infaltable para complementar el ‘look de cuarentena’.

Sin embargo, el cambio de tacones a pantuflas que han experimentado muchos, puede traerte algunos inconvenientes.

“Andar descalzo o en pantuflas no es malo. En sí mismo no genera daños. El problema es que estamos acostumbrados a usar otro tipo de calzados”, manifestó Jorge Filippi, traumatólogo y especialista en cirugía de pie y tobillo de la Clínica Las Condes, a Las Últimas Noticias.

“Las personas que están acostumbradas a andar con tacos altos y de manera brusca empiezan a usar sólo pantuflas pueden sentir algún tipo de molestia”, comentó

Agregó que: “Cuando una persona está con taco alto el peso del cuerpo lo recibe la parte de adelante del pie, donde nacen los dedos, en los metatarsianos. Al bajarse de los tacos la carga la reciben principalmente los talones, que si no están acostumbrados pueden resentirse. Por otro lado, los gemelos y el tendón de Aquiles están más acortados, recogidos, cuando alguien está con tacos. Eso también puede provocar molestias”.

En este sentido, el profesional indicó que los mayores inconvenientes son “tensión en las pantorrillas, molestias en los talones y fascitis plantar, muchas veces conocido como espolón calcáneo, que es la inflamación de una banda gruesa de tejido que atraviesa la planta y conecta los huesos de los dedos con el hueso del talón. Las personas que están acostumbradas a usar un calzado de vestir, que les afirma el arco del pie, pueden presentar estos problemas al usar una pantufla que es plana y muy delgada. En el caso de personas que suelen andar con zapatos planos, tipo zapatillas, el cambio es menos brusco”.

Ante este escenario, Filippi recomendó usar por algunas horas al día zapatillas cómodas. “Te van a afirmar mejor el pie, te van a sujetar el arco y te van a proporcionar una superficie acolchada en el talón. Y hay que tener cuidado con otra cosa. En estos días en la casa, han aumentado las lesiones domésticas. Son clásicas las lesiones en los dedos chicos del pie por andar descalzos y engancharse en la esquina de un mueble“, manifestó el especialista.

Junto con utilizar un calzado adecuado, el doctor aconseja realizar algunos ejercicios de elongación. “Ponerse de pie con las manos apoyadas en la pared, flectar una pierna hacia adelante y estirar la otra, con la rodilla extendida y el talón apoyado, hacia atrás. Luego repetir con la otra pierna. También te puedes parar con las puntas del pie en un escalón, afirmándote en la baranda, y dejar caer el peso hacia atrás, hacia los talones. Es una buena forma de elongar”, recomendó.