Poco a poco comienzan a sentirse los días fríos y mantener los pies calentitos parece un desafío durante esta temporada.

Es que el cuando hay bajas temperaturas, el cuerpo prioriza calentar la parte central, donde se encuentran los órganos esenciales que nos permiten vivir, es decir, el cerebro y tronco y deja de lado las partes más lejanas, como nuestras manos y pies.

“Cuando se siente frío, el cuerpo se protege de la pérdida de temperatura a través de la circulación de la sangre diferenciada (…) prioriza los órganos esenciales, castigando la circulación periférica, vascotrayéndose para regula la sangre en el sistema”, explicó a LUN el cirujano vascular de la Clínica Alemana, Víctor Bianchi.

Y agregó: “Es como tener una llave medio abierta: la parte más lejana va a recibir menos agua. Acá es lo mismo, pero con la sangre“.

Pero como el organismo es inteligente, después de que calentó la parte central, irá hacia las extremidades. “El cuerpo se alerta porque dice: independiente de que se esté sintiendo frío, tengo que alimentar esto con sangre, sino se muere y el cuerpo vuelve a mandar sangre al pie”, dice Bianchi.

Por eso cuando tocamos una superficie helada, por ejemplo, la cama antes de acostarse, los pies se enfrían por un momento.

Sientes mucho frío por un rato, que es el rato en el que transfieres tu calor a la superficie. Pero eso dura hasta que la cama está calentita gracias al calor de tu cuerpo“, indicó Gabriela Morgado, doctora en enfermería y docente de la Universidad Andrés Bello.

¿Qué usar para mantener el calor en tus pies en casa?

Primero, no debes exagerar. “Cuando te sobreabrigas o usas telas sintéticas, el piel suda y se pierde calor por evaporación“, explicó Morgado.

Por ello, recomienda usar calcetines -ojalá de algodón- y pantuflas para estar en casa. Solo esa capa basta para que los pies no pierdan la temperatura al tocar el suelo.

Y como se está en casa, dijo la diseñadora escénica y de vestuario Greta Estévez, “no es necesario tener tanta aislación, ya que hay temperatura estable y puedes usar cualquier fibra“.

Sin embargo, explicó que no cualquier pantufla sirve: “Las pantuflas muy grandes, esas como garras de animales, son muy sintéticas. Y si la persona tiene tendencia a los hongos y el mal olor, no es bueno usarlas. Es como una zapatilla, ya que la humedad no se evapora”.