¿Cuál es la reacción que tenemos por lo general cuando nos sangra la nariz?: apretarla e inclinarse hacia atrás, sin duda.

La hemorragia nasal “es la pérdida de sangre del tejido que recubre la nariz. El sangrado ocurre con más frecuencia en una fosa únicamente”, explican desde Medline Plus.

¿Cuáles son las causas?

El médico cirujano de la Clínica Universitaria de Concepción, Javier Lastra, explicó a Página 7 que se pueden deber a: “Alergias, infecciones o sequedad nasal que provoca picazón, lo que lleva a hurgarse la nariz; sonado vigoroso de la nariz que rompe los vasos sanguíneos superficiales en jóvenes y en personas mayores; alteraciones de coagulación de tipo familiar (por ejemplo hemofilia, enfermedad de Von Willenbrand) o que son provocadas por medicamentos”.

Pero no son las únicas, pues también agrega “fracturas de la nariz o de la base del cráneo que causan hemorragias y que deberían ser consideradas; tumores (malignos y benignos), particularmente en los pacientes de edad y en los fumadores”.

La biblioteca nacional de medicina de Estados Unidos explica que “las hemorragias nasales son más frecuentes durante el invierno, cuando los virus del resfriado son comunes y el aire de las áreas bajo techo tiende a ser más seco”.

“La mayoría de estas hemorragias ocurre en la parte frontal del tabique nasal. Este es el pedazo de tejido que separa los dos lados de la nariz. Este tipo de hemorragia puede ser fácil de detener para un profesional entrenado. Con menos frecuencia, las hemorragias nasales se pueden presentar en la parte alta del tabique o en una parte más profunda de la nariz como en los senos o en la base del cráneo. Estas hemorragias pueden ser más difíciles de controlar. Sin embargo, las hemorragias nasales rara vez son potencialmente mortales”, agrega.

¿Qué hacer si nos ocurre?
El especialista señala que lo principal es mantener la calma y “apretar todas las partes blandas de la nariz juntas, entre pulgar y dedo índice por 5 minutos”.

A lo anterior agrega que no hay que inclinarse hacia atrás “para que no fluya la sangre por la nasofaringe”.

En tanto, desde la Clínica Las Condes recomiendan también “humedecer una tórula de algodón con una solución descongestionante vasoconstrictora o con agua oxigenada (10 volúmenes) e introducirla en la entrada de la fosa nasal” Luego presionar “suavemente las alas de la nariz sobre el algodón, manteniéndolo en estrecho contacto con la zona sangrante”. La posición debe extenderse por cinco minutos.

Además, aconsejan “mantener la cabeza del paciente por arriba del nivel del corazón: siéntalo o acuéstalo con la cabeza un poco elevada”.

“La aplicación de frío (hielo molido en una bolsa plástica o toalla) a la nariz y mejillas puede ayudar a cohibir la hemorragia”, añade la clínica.

Cabe destacar que si el sangrado persiste deberías consultar un médico, sobre todo

-Si la hemorragia no puede ser detenida con los medios descritos o si ésta reaparece.
-Si la hemorragia es rápida o la pérdida de sangre excede una taza de café llena.
-Si sientes debilidad o que te desmayas por la pérdida de sangre.
-Si la sangre cae hacia la parte posterior de la garganta, más que hacia la parte anterior de la nariz.