Un gran porcentaje de mujeres en el mundo llegan a la tercera edad presentando una serie de disfunciones del piso pélvico. Estos problemas traen consigo consecuencias en la vida personal, familiar, social y laboral de quienes lo padecen.
El piso o suelo pélvico es una estructura muscular aponeurótica que se encuentra en la parte inferior de la cavidad pélvica. Su principal función es soportar la carga de los órganos intraabdominales, útero, vejiga e intestino.
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Andrés Wainstein, ginecólogo de Laboratorio Blanco explica que la “incontinencia urinaria y fecal, prolapso genital, dolor pélvico crónico y disfunción sexual son algunos de los síntomas que se presentan si se tienen problemas al piso pélvico”.
El embarazo y el parto son una de las principales causas del debilitamiento del suelo pélvico, pero también existen una serie de factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de presentar problemas en esta zona, entre ellos se encuentra la obesidad, la diabetes y tosedoras crónicas.
Estos problemas comienzan a ser recurrente en mujeres mayores de 40 años o después de la menopausia, donde se disminuye la producción de estrógeno, lo que puede reducir la elasticidad de este músculo. “En general los problemas de piso pélvico ocurren después de la menopausia, esto porque la falta de hormonas se suma al daño previo y aparecen patologías como prolapsos e incontinencia urinaria y fecal”, agrega Andrés Wainstein.
Los síntomas más comunes de esta patología son:
● Incontinencia urinaria o fecal por esfuerzos como tos, estornudos, etc.
● Prolapsos o sensación de peso genital.
● Aparición de bultos genitales.
● Dolor en la zona baja del abdomen.
Si se presentan síntomas como los descritos anteriormente, es recomendable visitar a un especialista. “No es normal presentar estos problemas que alteran la calidad de vida. Hay exámenes que permiten reforzar el diagnóstico clínico de estas patologías, como la defecografía por resonancia, que permite diagnosticar los prolapsos posteriores asociados a obstrucción defecatoria”, comenta el especialista de Laboratorio Blanco.
Los tratamientos van a depender de los daños y molestias que presente cada paciente, generalmente se recomienda kinesioterapia para el área afectada y en algunos casos se deberán realizar cirugías que ayuden a recuperar las funciones del piso pélvico.
“Para prevenir los problemas del suelo pelviano se recomienda realizar kinesiología pre y post parto, uso de hormonas en la menopausia, mantener un peso adecuado y consulta médica al presentar las primeras molestias”, agrega el ginecólogo.
Ejercicios de piso pélvico
La Biblioteca Nacional de Medicina de los EEUU entrega una serie de recomendaciones para realizar ejercicios, como el que te dejamos a continuación:
● Comience por vaciar la vejiga.
● Apriete los músculos del piso pélvico y contenga a la cuenta de 10.
● Relaje el músculo completamente a la cuenta de 10.
● Haga 10 repeticiones, de 3 a 5 veces al día (mañana, tarde y noche).
Otros ejercicios:
“Usted puede hacer estos ejercicios en cualquier momento y lugar. La mayoría de las personas prefiere realizar los ejercicios acostado o sentado en una silla. Después de 4 a 6 semanas, la mayoría de las personas observa una mejoría, pero puede tomar hasta 3 meses para ver un cambio considerable”, señalan.
A lo anterior agregan que “después de un par de semanas, puedes igualmente ensayar haciendo una sola contracción del piso pélvico a veces cuando haya probabilidad de un escape (por ejemplo, al bajarse de una silla)”. No obstante, recalcan que hay una precaución importante: “Algunas personas creen que pueden acelerar el progreso aumentando el número de repeticiones y la frecuencia del ejercicio. Sin embargo, hacer ejercicio en exceso puede más bien causar fatiga muscular y aumentar el escape de orina”.