Una de las mayores causas de muertes en Chile son producto de enfermedades al corazón. Esta cifra representa el 27,1% del total de las defunciones que afectan a hombres y mujeres, según índices que entrega el Ministerio de Salud.

Algunas de las patologías más típicas son la aterosclerosis o formación de placas en los vasos sanguíneos, el infarto agudo al miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Según explica María Fernanda Jara, nutricionista de Daily Foods, “los hábitos de vida saludable son fundamentales para evitar la aparición de enfermedades cardiovasculares. En este caso, la población debería colocar más énfasis en el cuidado de la salud en esta etapa, y no esperar a la aparición de estas patologías que pueden ser perjudicial para las personas”, señaló.

Dentro de las principales recomendaciones para prevenir el desarrollo de estas enfermedades, destacan el manejo de hábito de vida saludable, dejando atrás el consumo de alimentos de baja calidad nutricional, el sedentarismo o inactividad física y el tabaquismo.

La especialista afirma que “la actividad física es un importante factor que ayuda a prevenir estas enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que personas adultas realicen al menos 150 minutos de actividad física a la semana”, manifestó la experta.

La alimentación es uno de los pilares fundamentales en la prevención de las enfermedades cardiovasculares ya que tiene estrecha relación con el desarrollo de obesidad, dislipidemia, diabetes mellitus e hipertensión arterial.

Todas estas patologías son condiciones que aumentan el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares. Es por esto que la nutricionista entrega una serie de recomendaciones de cambios dietéticos:

Aumentar el consumo de frutas y verduras (5 porciones al día o 400 gramos al día), aumentar el consumo de legumbres (2 veces a la semana) y de cereales integrales. Estos alimentos deben ser consumidos de preferencia es su estado natural para conservar todo su aporte en vitaminas, minerales y fibra.

Reducir el consumo de azúcar a menos del 5% de la ingesta de calorías totales diarias. El consumo excesivo de azúcar se asocia con aumento de peso y obesidad, que está relacionado con un aumento de enfermedades cardiovasculares. Se debe limitar el consumo de azúcar añadida ya sea como azúcar blanca o refinada, o azúcar presente en alimentos procesados como galletas, bebidas, jugos, etc. Una buena alternativa es reemplazar el azúcar por endulzantes como la stevia o la sucralosa. Estos aportan dulzor pero no tienen las calorías presentes en el azúcar.

Reducir la ingesta total de grasas, con especial énfasis en evitar el consumo de grasas saturadas, grasas trans y colesterol. Este tipo de grasas se encuentran principalmente en carnes y embutidos, comida chatarra y en alimentos ultraprocesados.

Reducir la ingesta de sal, sobre todo aquellas personas que estén diagnosticadas con hipertensión arterial. El sodio se encuentra presente en la mayoría de los alimentos procesados debido a su propiedad de realzar el sabor de los alimentos.

Reducir el consumo de alcohol. Diversos estudios han relacionado el alto consumo de alcohol con un aumento en el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, enfermedad coronaria, insuficiencia cardiaca, aneurismas, entre otras. Por lo tanto, tiene estrecha relación con una disminución en la esperanza de vida de las personas.

Estos consejos son esenciales para cuidar la salud de las personas, prevenir enfermedades y vivir de una forma más sana y tranquila, sin mayores problemas que puedan afectar su bienestar.