Para la mayoría reutilizar una botella no implica el menor peligro para la salud, pero la verdad es que sí hay, y por ese motivo se recomienda “usar una vez”.

Durante los últimos años el consumo de este líquido aumentó frente a opciones de vida más saludables, ya sea con o sin gas, o en las muchas versiones con sabor que se ofrecen en el mercado. Entre 2008 y 2018 el consumo de agua embotellada pasó de 18 a 38 litros por persona, consignó La Tercera.

Pero beber más agua de la botella no es una opción recomendable si el envase se va a reutilizar una y otra vez, ya que incluso sería perjudicial para la salud. Esto se debe a dos potentes razones: la enorme cantidad de bacterias que proliferaron en ella y el desgaste del plástico PET.

Un nido de bacterias

Para el director del Centro Nacional de Microbiología, del Instituto de Salud Carlos III, en España, Julio Vázquez, sería la propia persona la causante de que los microorganismos se apoderen del recipiente. “Si las condiciones para ellas son buenas, la botella puede contener al cabo de una semana entre cientos de miles a millones de bacterias“, explicó el experto al The Huffington Post.

Vázquez asegura que en la mayoría de los casos no hay riesgos para “la salud pública” frente a este tema, pero puede conducir a pequeñas afecciones que sería mejor evitar, como una “diarrea u otro tipo de indisposiciones“.

James Palinsad (cc) | Flickr
James Palinsad (cc) | Flickr

De ser necesario volver a usar una botella de plástico, Vázquez asegura que esto no debería extenderse por un largo tiempo. “El sentido común dice que una botella que está hecha para un solo uso no debería reutilizarse más allá de dos o tres veces“, advirtió.

Tampoco hay que esperar a que la botella muestre sus señales: “Si el agua o la botella ya tiene algún sabor u olor es porque está claramente mal“, agregó. En este caso no queda más que deshacerse de ella porque “podría contener algas u hongos” que están adheridos “a la pared”.

Los peligros en el desgaste del plástico

Otra precaución a tener en cuenta es la degradación que sufre la botella durante este proceso de uso y desuso, lo que podría terminar en el consumo de sustancias químicas pertenecientes al plástico PET, tal como lo explicó el especialista en productos envasados, José Ángel Garde, del centro tecnológico europeo Ainia.

“Lo que le puede ocurrir es que a medida que lo vamos utilizando el material se vaya deteriorando, y lo más relevante es que al deteriorarse el material sea más fácil que se liberen componentes o sustancias que puedan ser transferidas al agua“, indicó Garde, quien hizo un llamado enfático a no volver a utilizar una botella, sobre todo por el desconocimiento que existe frente a esto.

“Para lo que está estudiada la botella y garantizada su seguridad, es para que las utilicemos una sola vez, que es para lo que se ha hecho el estudio analítico. Es lo único que se puede decir. El resto son intuiciones”, afirmó. La solución que propuso para eso fue usar una botella de vidrio o cantimploras (plásticas) multiusos “porque están dentro de la categoría de menaje de cocina y, por tanto, su uso continuado sí está probado y garantizado“.

rapixel (cc) | Pexels
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