A simple vista un bikini que cueste cerca de 800 pesos chilenos puede ser una gran oportunidad para una persona que no esté dispuesta a gastar tanto dinero en este tipo de prenda, sin embargo, hay quienes tienen un punto crítico que vale la pena abordar.

En esta ocasión, la marca británica Missguide es la protagonista de un fuerte debate luego que pusiera en venta un sencillo traje de baño negro, cuyo precio es de apenas 1 libra esterlina, es decir, 870 pesos chilenos.

El tema en disputa es la ética de la empresa respecto a la fabricación de prendas tan económicas como ésta, principalmente porque es casi imposible que se confeccionen de manera ética si ese es el precio final de venta. Explotación de mano de obra y condiciones de trabajo paupérrimas, asoman como las primeras inquietudes.

Otro aspecto cuestionable que han remarcado distintas ONGs es que la moda a un precio demasiado barato fomenta la cultura de usar y desechar, algo que las marcas de fast-fashion (moda rápida) saben muy bien, ya que han sido constantemente acusadas de implementar un modelo que genera mucha contaminación.

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Last week, a major UK fashion brand launched a bikini that costs just £1 ( which is approx. €1.12 or $1.26 USD). When clothes cost less than the price of a coffee, it encourages us to buy more things than we actually need, without stopping to consider whether we’ll value these garments in the long-term. In fact, an MIT study estimated that some 150 billion items of clothing are produced every year. This volume of production has doubled in just the past 15 years. As a society, we buy more clothing than ever before. Meanwhile, a 2018 report from Onepoll found that 83% of UK consumers are buying clothes they never wear. Plus, in the UK we send around 350,000 tonnes of clothing (£140 million worth) to landfill every year, according to WRAP. While we acknowledge that price is not always an accurate measure of working conditions and wages for workers in the supply chain, £1 sends a dangerous message about the value we place on clothing, the rate at which we consume it and the disregard for the wellbeing and livelihoods of the people who work so hard to make our clothes. #LovedClothesLast #WhoMadeMyClothes #FashionRevolution

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Cuando la ropa cuesta menos que un café, anima a comprar más cosas de las que necesitamos, sin pararnos a considerar si valoraremos estas prendas a la larga. El precio de una libra manda un mensaje peligroso sobre el valor que le damos a la ropa, la velocidad a la que la consumimos y el desprecio por el bienestar y la vida de las personas que trabajan tan duro para hacer nuestra ropa”, se explica en la plataforma Fashion Revolution, en una declaración recogida por diario El País.

En tanto, en la web oficial de la tienda, el que define como un oportunidad para que “la mujeres se vean y se sientan bien sin necesidad de gastar dinero”.

Su fundador, Nitin Passi, comentó a The Observer, declaró que el bikini a una libra es simplemente una estrategia más del área de marketing y no les avergüenza. “Siempre hemos vivido cerca del límite cuando se trata de marketing, pero nos sentimos cómodos con eso porque nunca hay atajos cuando se trata del producto”, dijo, aclarando de paso que su confección fue igual a la de otros productos. “Nuestro bikini de 1 libra no se adquirió de manera diferente a cualquier otra cosa que ofrezcamos. Fue realizado por uno de nuestros socios proveedores auditados y con la misma atención meticulosa a los detalles de cada artículo en nuestro sitio”.