Pese a que no hay datos certeros sobre el impacto de la cefalea en Chile, según estudios internacionales cerca del 12% de la población mundial podría ser migrañosa. Con eso, si uno estima que en nuestro país hay cerca de 17 millones de personas, la población que pudiese padecer esa enfermedad llegaría al menos a 2 millones de chilenos.

El problema es aún mayor considerando que la población de riesgo son adultos que se encuentran en la etapa más productiva de su vida. De hecho, según cálculos que manejan los especialistas de RedSalud, una fracción cercana a la mitad y las tres cuartas partes de los adultos de entre 18 a 65 años sufrieron una cefalea el último año.

Pero eso no es todo. Los datos apuntan a que 30% de los adultos a nivel mundial ha padecido una migraña durante este último año. A veces los dolores tan fuertes que incluso pueden convertirse en invalidantes, pues aquellos que padecen cefaleas muchas veces deben interrumpir su vida social, actividades académicas o laborales, ya que es muy difícil determinar su diagnóstico.

Para el doctor Raúl Juliet, neurólogo y coordinador del equipo del nuevo Centro Avanzado de Cefalea de RedSalud, la primera gran barrera es llegar a un diagnóstico certero. Ello porque quienes padecen estos cuadros de forma frecuente o intensa muchas veces pasan largos períodos de consulta antes de detectar su cuadro correctamente.

En ese sentido, un buen examen requiere de la búsqueda de desencadenantes o gatillantes de una cefalea considerando la recopilación de datos de la edad de comienzo de los dolores, la evolución que haya tenido, la duración y frecuencia de cada episodio, la hora del día, la localización, entre otros.

“Es importante que la atención que se entregue al paciente sea integral, a través de un equipo multidisciplinario que cuente además con nutricionistas, psicólogos, psiquiatras, kinesiólogos y hasta odontólogos, para dar una respuesta oportuna y eficiente a nuestros pacientes”, explica el especialista.

Por último, dicho centra está acondicionado para realizar tales exámenes, entregar diagnósticos a los pacientes e iniciar tratamientos que a nivel internacional han demostrado sus resultados efectivos como son la inyección de bótox y el uso de medicamentos profilácticos como los anticuerpos monoclonales.