El deseo de cada persona por verse bien es a veces exacerbado producto de los cánones de belleza de la sociedad, a tal punto que se cae en excesos de tratamientos para lucir de buena manera.
Justamente esto fue lo que le pasó a la ciudadana rusa Veleslava Grigorieva, quien a sus 40 años decidió regalarse a sí misma una serie de intervenciones estéticas con el fin de verse espléndida, sin embargo, el resultado no es para nada alentador.
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La mujer se sometió a las operaciones en la -hasta ahora- prestigiosa Clínica de Cirugía Plástica y Estética Nudelman en Ekaterimburgo.
Según informó el periódico inglés Daily Mail, la mujer quedó con un agujero gigante en uno de sus glúteos y además quedó con los pezones ubicados en lugares que no corresponde.
La verdad es que barato no le salió, pues tuvo que pagar el equivalente a 21 millones 300 mil pesos chilenos.
Sobre cómo se siente en el día día, Grigorieva expresó en el medio inglés que los dolores le han impedido hacer una vida normal, tanto así que no puede permanecer sentada por más de 5 minutos porque la molestia de perder prácticamente la mitad de un glúteo no la deja relajarse.
Al parecer esta nube negra no la ha dejado tranquila, pues se sometió a una cirugía reconstructiva, pero como es adicta a las intervenciones quirúrgicas aprovechó para hacerse una liposucción y un levantamiento de glúteos, las que desafortunadamente también salieron mal.
Tanto es así que después debieron después extirparle más de la mitad de un glúteo para evitar una infección. La mujer, aún después de todo lo que ha tenido que vivir, defiende la idea de modificar el cuerpo a través del bisturí.
Ella sostuvo: “Es extraño acudir a un cirujano plástico cuando tienes 18 años, pero cuando tienes 40, no hay nada de malo en el deseo de superarte, especialmente si hay problemas de apariencia”.
