¿Eres de los que pone papel higiénico en la taza del WC antes de sentarte? Si lo haces como una forma de evitar contagiarte alguna bacteria en un baño público, ha sido todo en vano.

Generalmente, cuando necesitamos ir a un inodoro que no es el de nuestro hogar, varios tenemos algunas estrategias para no tener contacto con la taza. Algunos se ponen en cuclillas, otros colocan papel.

Lo cierto es que según expertos, los baños están diseñados y fabricados para que repelan los gérmenes, y a esto se debe su forma lisa, que evita o dificulta que se adhieran al asiento.

Al colocar papel higiénico sobre este, solo consigues que las bacterias se acumulen en él, incluyendo las fecales, por tener una textura más absorbente.

“De hecho, la parte superior de un asiento de inodoro es mucho más limpia que los lavabos de la cocina de la mayoría de las personas“, aseguró Philip Tierno, profesor de los departamentos de microbiología y patología del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, en conversación con el medio inglés Mirror.

En este contexto, el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos, indica que “los inodoros convencionales sin tapa aumentan el riesgo de contaminación”, lo que fue determinado tras un estudio.

Este se centra en el papel de las tapas de inodoros en la reducción del riesgo de contaminación ambiental.

Para comprobar esto, los investigadores realizaron pruebas in situ, basándose en lo que ocurre en baños de los pacientes en hospitales, “utilizando suspensiones fecales de Clostridioides difficile para simular la carga bacteriana encontrada durante la enfermedad, para medir la aerosolización de C. difficile. También medimos el alcance de las salpicaduras que se producen durante la descarga de dos tipos de inodoros diferentes que se usan comúnmente en los hospitales”.

Hallazgos

Según el estudio, la Clostridioides difficile “fue recuperable del aire muestreado a alturas de hasta 25 cm por encima del asiento del inodoro. Los números más altos de C. difficile se recuperaron del aire muestreado inmediatamente después del lavado, y luego disminuyeron 8 veces después de 60 minutos y 3 veces más después de 90“.

Junto a lo anterior se demostró que “la contaminación de la superficie con C. difficile ocurrió dentro de los 90 minutos posteriores al lavado, lo que demuestra que se liberan gotas relativamente grandes que contaminan el medio ambiente inmediato. El número medio de gotitas emitidas por los inodoros sin tapa en las áreas clínicas fue de 15 a 47, según el diseño. La pulverización por C. difficile y la contaminación ambiental circundante ocurren cuando se descarga un inodoro sin tapa“.

Finalmente, el estudio determinó que los “inodoros convencionales sin tapa aumentan el riesgo de contaminación ambiental por C. difficile, y sugerimos que se desaconseje su uso, especialmente en entornos donde el CDI es común”.

Algunos consejos

Sumado a tirar la cadena siempre con la tapa abajo, lo recomendable es orinar en cuclillas si el inodoro no tiene asiento y luego ¡lavarse muy bien las manos!

“No importa qué tan contaminadas estén sus manos, siempre que las lave adecuadamente, durante 20 segundos, con jabón y metiéndose debajo del lecho de la uña, está bien”, aseguró Philip Tierno a Mirror, consignado por T13.

A lo anterior, aconseja -en la medida de lo posible- usar una toalla de papel para abrir la puerta, pues asegura que todo está muy contaminado.