Muchas personas a lo largo del mundo, sufren con el sobrepeso y la obesidad. Varios de ellos han podido decir basta a esta enfermedad, para así cambiar sus vidas de manera definitiva. Así lo hizo Steph O’Shea, y sus resultados fueron exitosos.

Si bien toda su época escolar luchó contra el sobrepeso y las burlas, esta joven británica llegó a pesar más de 130 kilos a principios del 2017. A sus 24 años, luego de dar a luz a dos niños, Steph asumió que debía cambiar su estilo de vida, ya que los riesgos de seguir con una rutina sin ejercicios y una alimentación alta en grasas, sólo terminaba por perjudicarla a ella.

Así fue como en enero del año pasado, se inscribió en un gimnasio para comenzar a ejercitarse. Esto, sumado a que cambió su régimen alimenticio, le permitió a O’Shea perder unos impresionantes 40 kilos. Aunque logró bajar la marca de los 100 kilos, la joven hoy debe enfrentar otro problema: el exceso de piel.

Ahora con 26 años, Steph sufre con su cuerpo ya que bajó tanto de peso, que las secuelas de la obesidad se notan en sus brazos, muslos y pechos.

Según lo consignado por el portal británico Daily Mailla británica, por ejemplo, sufre cada vez que va a entrenar al gimnasio: “Mi barriga, porque se hunde mucho, se encuentra entre mis piernas, por lo que puede quedar atrapada en las máquinas”.

Otro problema lo ha visto cada vez que se baña, ya que al formarse pliegues en su cuerpo, debe asegurarse de limpiar y secar cada parte, para que así no tenga infecciones.

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Lo más delicado, es que si bien en un principio pensó que su cambio sería para mejor, su autoestima se ha visto gravemente afectada: “Honestamente, me pregunto por qué he perdido todo este peso, si me quedé con este aspecto. Me siento y me veo peor ahora que cuando pesaba 132”.

El problema mayor de su situación, es que no tiene los recursos para poder financiar una abdominoplastía, que es la operación que justamente ayuda a eliminar los excesos de piel. Para poder realizarse esta intervención, Steph acudió a la NHS, institución médica británica que otorga financiamientos a quienes no puedan costear este tipo de operaciones. Aquí fue donde se armó una polémica, ya que la joven recibió un no rotundo.

Si bien la premisa del centro médico es “atender al público independientemente de las posibilidades de pago del paciente”, el doctor que atendió a O’Shea se rehusó a tomar su caso ya que ahí salvan vidas y no “preparan cuerpos de playa para el verano”.

Otros médicos han asegurado que la situación debería ser atendida por la NHS ya que la operación no es simplemente por algo estético, sino también para poder mejorar su calidad de vida.

Como Steph sigue recibiendo la negativa de parte de la NHS, decidió armar una campaña en redes sociales para poder financiar su operación. A través de una página de crowdfunding o financiación colectiva, la joven ha pedido que la ayuden para poder pagar los 12 mil euros que cuesta su intervención, que son cerca de 9 millones de pesos.