Afortunadamente esta nota habla de un final feliz, de superación. Hacemos hincapié en esto porque es por muchos conocido que las historias de acoso o matonaje escolar la mayoría de las veces terminan en traumas severos para quien sufre estas agresiones.

Nos trasladamos mentalmente a Reino Unido, específicamente a Liverpool, lugar en donde una adolescente hizo noticia hace un año por sufrir una golpiza de parte de un grupo de compañeras del colegio.

Natasha Roberts de 14 años quedó con la nariz rota, lesiones en su cabeza y heridas en el cuero cabelludo y alrededor de los ojos.

Producto de esto, ella tuvo que dejar de asistir a clases por el estrés postraumático con el que fue diagnosticada. De hecho, por mucho tiempo ni siquiera se atrevía a salir de su casa.

Daily Mail
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Sin embargo, todo cambió para la joven luego que su madre contactó a un fotógrafo para que le realizara una sesión especial. El profesional del lente Jamie Lundy se conmovió con la historia de Natasha, y por ello realizó su trabajo sin cobrar un solo peso.

Jamie Lundy / fotografía
Jamie Lundy / fotografía

En declaraciones al diario The Sun, el artista explicó: “Por meses, Natasha estuvo aterrorizada y no quería salir a la calle. Sufrió una depresión terrible, baja autoestima y ansiedad. Pero volvió con una gran ‘revancha’ en su primera sesión de fotos”.

Jamie Lundy / fotografía
Jamie Lundy / fotografía

De la misma manera le augura un gran futuro en la industrial del modelaje. Sobre las agresoras, a ellas se les emitió una orden de alejamiento por 12 meses y el pago de una compensación por daños físicos y psicológicos.