“A los 2 años el médico que me atendió en Santiago me dijo que a los 50 ya no vería, entonces siempre estuve preparado mentalmente para que ese momento llegara”, comenzó narrando Eduardo Muñoz en entrevista con 24 horas.

Y es que este chillanejo es un ejemplo a seguir, ya que a pesar de su discapacidad visual, ha logrado salir adelante en un oficio que lo llena de alegría: la mecánica.

Cuando tenía apenas 2 años de edad, le diagnosticaron una enfermedad degenerativa que lo fue dejando gradualmente sin poder ver, quitándole -finalmente- el 97% del espectro visual.

“A veces voy al baño a llorar un rato, pero luego salgo liberado”, relata Muñoz. Sin embargo, esta nostalgia no le impide seguir adelante, inclusive se preparó con tiempo, dejando todo lo que necesita en lugares estratégicos dentro de su taller, conociendo cada rincón.

“Yo solamente con la voz me guío para saber quien está al lado mío. El oído es como mi vista para diagnosticar, entonces en vez de ver, el ruido a mí me indica todo”, explica el mecánico.

Carla Muñoz, hija de Eduardo, relata que una vez les preguntó mientras desarmaban un auto, cómo sabía de dónde sacar tantos pernos, a lo que él le respondió: “Pregúntame cómo sé dónde van los pernos”.

Sin duda, una historia de esfuerzo y perseverancia, que deja en claro que no hay mayores obstáculos, que los que nos imponemos nosotros mismos.