Sin duda el espumante es la bebida preferida para los festejos de esta época, ya sea la Navidad o el Año Nuevo.

Sin embargo, según algunas normas de etiqueta que se deberían cumplir para poder degustarlo de la mejor manera.

Por ejemplo, ¿sabes cómo se descorcha la botella? Según Marcelo Pino, sommelier embajador de Casa Silva, indicó a LUN que “Siempre se recomienda quitarle la cápsula, que es la que envuelve el corcho. Se puede hacer directamente tirando la cinta que tiene alrededor de la botella o también con el cuchillo que tiene el descorchador clásico de dos tiempos”.

Luego agregó que “un aspecto importante a considerar al momento de soltar el bozal o la parte metálica del corcho, es colocar el dedo pulgar sobre el corcho y con los otros cuatro afirmar el cuello de la botella para que el corcho no salga disparado. Así comienzo lentamente girando la base de la botella (con la otra mano) y no el corcho, para que paulatinamente se empiece a soltar, evitando que suene”.

En tanto, Gerard Basset, campeón sommelier del mundo, señaló que la botella debe descorcharse de manera tranquila al igual que otros vinos, es decir, arriba de la mesa y con la etiqueta mirando hacia los invitados para que lo aprueben. “Con la mano derecha se suelta el bozal y con la misma, lentamente se va torciendo el corcho hasta sacarlo de la botella”, expresó.

Luego añadió que la mano izquierda se usa solo para sujetar la botella y el objetivo es que no suene. Con respecto a lo mismo, el especialista en protocolo Pablo Eyzaguirre, aclaró que “es ordinario que para abrir la botella se golpee y salga el corcho disparado. Es para brindar y no hacer un espectáculo con el corcho, envase y contenido”.

¿Y la copa flauta?

Según Pino, la copa tipo flauta no es la más apropiada para beber champaña, ya que es demasiado angosta y “lo que se busca en un espumante es que sea aromáticamente explosivo. Cuando se sirve en una copa normal de vino se perciben los aromas y se disfruta de una forma más entretenida (…), hay que recordar que es una especie de vino”.

Pero Eyzaguirre indicó que “nunca, jamás, el espumante debe servirse en una copa de vino, que hay de tres tipos: para el tinto, blanco y rosé. El espumante debe tomarse en la copa del tipo Flauta, que tampoco debe ser confundida con la del pisco sour”, precisa Eyzaguirre. La forma de este tipo de copa genera que el gas carbónico no se escape con rapidez y, además, los aromas permanecen más concentrado”.

En tanto, Franco Alarcón, sommelier profesional, dijo que “existen casos excepcionales en que no se usan la copa tipo flauta, sino modelos más abiertos para privilegiar la percepción de aromas. Específicamente cuando se sirven espumantes más complejos”.

En cuanto a la cantidad, explicó Eyzaguirre que se sirve entre un 50% y un 60% de la copa y su temperatura dependerá si se trata de un espumante de menor cuerpo o de categoría mayor. Los primero se sirven entre 5° y 6° celsius, mientras que los segundos a una temperatura de 6° o 7° grados.