A días del estreno de Leaving Neverland, el polémico documental que cuenta con los testimonios de hombres que aseguran haber sido abusados y violados por Michael Jackson, cada vez son más las polémicas que se han ido revelando en torno a la fallecida figura del cantante.

Sumado a los relatos de Wade Robson y James Sawchuck, más y más datos se han dado a conocer. Hace unos días, Debbie Rowe confirmó el rumor de que Paris y Prince Jackson no eran los hijos biológicos de MJ, ya que nunca habían tenido relaciones sexuales, sumado a que habían recurrido a un donante de esperma anónimo.

En este contexto, donde la figura de Jackson está más cuestionada que nunca, al punto de que distintas radios del mundo ya han empezado a sacar de sus parrillas musicales los hits del cantante, los antiguos registros comienzan a tener un poco de sentido.

En Página 7 recordamos que hace varios años se estrenó un documental que dejó en evidencia la extraña cercanía que tenía Michael con los niños. Hablamos de Living with Michael Jackson, el proyecto estrenado en 2003 en donde el periodista británico Martin Bashir realiza un seguimiento total a la vida del intérprete, desde sus estudios musicales hasta su hogar en el rancho de Neverland.

Si bien es posible ver la personalidad del cantante y su extravagante vida, en donde no escatimaba en gastos a la hora de comprar, hay unas escenas que nos llamaron profundamente la atención.

Mientras Martin recorría Neverland, se encontró con la presencia de varios jóvenes que alojaban en el lugar. Eso llamó la atención del periodista, que le preguntó a Michael sobre este estilo de vida que tenían los menores: “¿Cómo respondes a la gente que dice que no es correcto que un hombre haga eso? Que niños vienen a quedarse a tu casa y que duermen en tu habitación”.

“Siento lástima por ellos, porque están juzgando a una persona que quiere ayudar a otros, ¿por qué no puedes compartir tu cama? Es lo más hermoso, compartir tu cama con alguien”, respondió MJ, asegurando que cuando los niños llegaban a su pieza, él dormía en el piso y ellos en la cama.

Al momento de decir esto, había un adolescente llamado Gavin que corroboraba todo lo que decía el intérprete de Bad. Michael en tanto, aseguraba que existían otras piezas para los huéspedes, pero siempre los niños preferían quedarse con él.

“Nunca los he invitado a quedarse en mi cuarto, pero ellos quieren. Y si a sus padres no les importa, yo no tengo problema”, agregó en la oportunidad el cantante.

Tras oír esto, en otra entrevista, y preocupado por estos comentarios, Bashir interpeló a Jackson por esta situación y le pidió que aclarara esta relación con los niños.

“Es lo más hermoso, ¿por qué me habría de preocupar? Aquí no hay ningún criminal. Yo estoy tratando de sanar a un niño (…) He dormido en mi cama con muchos niños, eso es amor, y eso es lo que el mundo necesita, más amor”, recalcó Michael, insistiendo en que no había hecho nada malo.

Posteriormente cuando se le consultó por las acusaciones de abuso sexual de 1993, su respuesta fue categórica: “Fue un golpe duro, porque Dios sabe cuánto adoro a los niños (…) cuando dices ‘cama’, hay una connotación sexual y no hay nada sexual. Les pongo música, les leo un cuento, les doy leche, es todo muy lindo. Es lo que debería hacer todo el mundo”, cerró Jackson.

Si bien todo es especulación, y debido al tiempo que ha pasado, las declaraciones de MJ en relación a la cercanía que tenía con los niños, coincidirían con lo expresado por Wade Robson y James Sawchuck en Leaving Neverland, sobre lo que ocurría dentro de las habitaciones del rancho. Pero claro, es algo que será muy difícil de comprobar.