La historia de Callum Underwood revolucionó las redes sociales, y es que mientras estaba de paseo por Estados Unidos, decidió comprar un Pokemón gigante por internet. Claro que todo esto mientras se encontraba en estado de ebriedad, por lo que no revisó algunos detalles muy importantes de su nueva adquisición.

El primero de ellos era que olvidó que vivía en Newcastle, Reino Unido, por lo que tendría que pagar un envío internacional de $200 dólares (135 mil pesos) para mandarl a su casa. Sin embargo, al revisar el peluche, se percató que la suma que debería desembolsar sería mucho mayor.

Como no tenía una dirección estable en Estados Unidos, le envió el paquete a su jefa que vivía en California. Así fue como se enteró de otro grave inconveniente: el Snorlax pesaba 8 kilos y era enorme, por lo que si pensaba enviarlo por correo debería pagar un monto cercano a los mil dólares (casi 700 mil pesos).

Debido a que se le acababan las opciones, Callum optó por pedir ayuda en redes sociales para así obtener una pronta solución: “Por favor ayúdenme Twitter, compré este gran chico cuando estaba borracho y tuve que mandarlo a Estados Unidos. Me costará 1000 dólares traerlo a Reino Unido. La caja es gigante y pesa 16,8 libras. ¿Alguna solución creativa para traerlo desde San Francisco a Reino Unido?”.

En medio de todas las propuestas, Underwood optó por llevarse al Pokémon en avión de regreso a Inglaterra. Para esto debió guardar el juguete en una caja perfectamente empaquetada, con la cual viajó por varias ciudades de Norteamérica. Fue así como pasó desde San Francisco a Atlanta, pasando por Dallas, luego Atlanta a Londres y luego a Londres a Newcastle, según lo consignado por el portal británico Metro.

Durante todo el viaje, que duró varias horas, Callum tuvo que discutir con los encargados de seguridad de las aerolíneas para que lo dejaran pasar con su enorme paquete, por lo que en varias ocasiones tuvo que sacar al Snorlax de la caja, para luego volverlo a guardar. Finalmente, y contra todo pronóstico, este hombre pudo llevar a su Pokémon a casa, donde ya todos sabían que la odisea había comenzado por haber estado borracho.

“¡¡¡LO HIZO!!! Mira el estado de la caja. ¡Tendré que expandirlo cuando llegue a casa! (…) Se está acostumbrando a su nuevo hogar pero necesitará algunos días para expandirse y ponerse en forma, creo”, fue la reacción final de Callum Underwood, tras viajar por horas junto a su Pokémon.