Regalar flores, chocolates o unas vacaciones románticas, podrían ser buenas opciones para demostrar amor. Sin embargo, la idea que tuvo la mexicana Paulina Casillas para sorprender a su pareja, será lo más descabellado que leerás en mucho tiempo.

La joven de 23 años oriunda de Guadalajara, se sacó el ombligo en 2015 para regalárselo a su novio Daniel, ya que según explicó al sitio inglés Daily Mail, esa parte del cuerpo es la que “nos hace humanos”.

Además, Casillas no se llevaba bien con su familia, debido a que ellos desaprobaban su estilo de vida. No obstante, con el paso de los años, se reconcilió con ellos y se arrepintió de haberse quitado el ombligo, describiendo esta acción como “imprudente” e “impulsiva”.

“Las modificaciones corporales me fascinaron, hay algo muy trascendente en ellas. Estaba muy enojada, quería cortar todas las uniones con todo”, explicó sobre la decisión que la llevó a someterse a esta operación.

Sin embargo, el “especialista” no la aconsejó adecuadamente sobre los cuidados que debía tener con su cicatriz. “Estaba sufriendo, pasaba días en la cama como si estuviera en cuarentena, no podía estirarme, empujarme, levantarme o reír”, recordó, agregando que su herida nunca logró cerrarse completamente.

A pesar de que fue un procedimiento muy doloroso, la joven sabía que quería regalarle esta parte de su cuerpo a su novio, con quien había atravesado por muchos momentos difíciles.“Fue algo que hice en el impulso del momento, éramos jóvenes y estúpidos, pero así es como me sentía”, reconoció.

En esa ocasión, la mexicana puso su ombligo en una bolsa pequeña junto con una nota que decía: “Te quiero”. “Lo ha guardado y lo guardará para siempre porque sabe el significado detrás de él (…) Ahora somos buenos amigos, pero siempre nos amaremos“, afirmó sobre la relación que llegó a su fin.

Finalmente, la joven reconoció que si pudiera retroceder el tiempo, no lo haría de nuevo. “Fue impulsivo, imprudente y lastimé a mucha gente”, sentenció.