Los matrimonios habitualmente son ceremonias cargadas de tradiciones, muchas de ellas se realizan de manera ‘inconsciente’, sin siquiera saber qué significan.

Una de ellas es la ubicación que cada novio toma frente al altar en el momento de iniciar el rito. La mujer generalmente está a la izquiera, y esto tiene una explicación bastante particular y que no tiene nada de romántica.

Esta tradición data del siglo XVI, y tenía una motivación bastante singular, pues en esa época las novias en muchas oportunidades eran secuestradas y obligadas a casarse.

Es por lo anterior que los hombres se posicionaban a la derecha, pues de este modo el novio tenía esta mano libre y podía sacar su espada para pelear si alguien intentaba rescatar a la mujer, según consignó el portal El siglo de Torreón.

De acuerdo al citado portal esta tradición continúa, ya que pocos conocen este origen.

En esta misma línea juegan un papel importante los padrinos del novio, pues ellos eran los encargados de apoyarlo en la pelea, por lo que se ubicaban a su derecha.