¿Quién no se ha enojado alguna vez con su familia y se ha querido ir de casa? Fue precisamente eso lo que motivó a un niño de 12 años oriundo de Sydney a tomarse un ‘merecido’ descanso de sus padres, tras una tensa discusión que casi acabó con uno de sus más anhelados sueños.
El principal problema es que a su edad no contaba con los ingresos suficientes para solventar una costosa aventura que planeó en uno de los destinos más cotizados de Indonesia, y que lo motivó a usar (sin permiso) la tarjeta de crédito a su madre.
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El menor -al que por motivos de identidad llamaremos Pablo- se molestó severamente con su madre cuando ella le dijo que no podían conocer Bali, una excéntrica isla del país insular cuyas montañas y volcanes atraen a miles de turistas todos los años. La decisión estaba tomada, viajaría solo.
Tras (técnicamente) robar la tarjeta de su progenitora Pablo se las ingenió para comprar pasajes en una aerolínea que acepta a menores de edad, y posteriormente se embarcó al país del sudeste asiático mientras sus familiares creían que estaba en la escuela, según compartió The Guardian.
Emprender vuelo no fue una tarea fácil. La falta de pasaporte obligó a Pablito a tener que mentirle a su abuela, para que ella le prestara el documento que le permitió viajar al paradisíaco destino. Del mismo modo debió sortear las preguntas del personal de la aerolínea quienes le consultaron si era mayor de 12 años; obviamente también mintió en este sentido, pero tuvo libre acceso a la aeronave que lo llevaría a su destino.
Tras una escala en la ciudad australiana de Perth, Pablo finalmente consiguió llegar a su destino, y disfrutar de sus parajes antes que su “sorprendida e indignada” madre llegara al mismo lugar para llevárselo de regreso a casa. “No hay emoción para sentir lo que sentimos cuando descubrimos que se fue al extranjero“, relató su enfadada progenitora.
Consultado sobre cómo resultó esta experiencia el niño comentó que todo “fue genial, porque quería emprender una aventura“, consignó BioBioChile. Afortunadamente para él todo terminó de buena manera, y pudo volver junto a su familia sano y salvo.
