Muchas veces las excusas que entregan los asesinos para justificar sus delitos parecen sacadas de una película, incluso algunos arman tremendas historias con el fin de demostrar su inocencia.

Sin embargo, esta irrisoria técnica no le resultó a un hombre acusado de matar a su hijastro en junio de 2016 en la ciudad de Melbourne, pues él aseguró haberlo confundido con nada más ni nada menos que con una araña al matarlo.

Por estos días, el juicio continúa contra el sujeto, quien es el principal sospechoso de asesinar al hijo de su pareja. Todo habría sucedido cuando Michelle Dearing, madre del menor, salió a las 4 de la mañana a comprar a un supermercado que estaba abierto las 24 horas del día, consigna Metro.

Testigos del caso, aseguran que Dwayne Lindsey se habría enojado con la mujer por ir de compras junto a sus amigas, situación que lo habría motivado a acabar con la vida del bebé de apenas seis meses.

Según los peritajes, el pequeño habría recibido fuertes golpes, dañando así su cerebro y médula espinal. Lindsey aseguró a la policía que todo habría sido un accidente, pues contó que mientras el lactante dormía sobre su pecho sintió una araña en el torso, situación que lo espantó y ‘a modo de reflejo’ golpeó al bebé y este cayó encima de un calefactor.

La versión del sujeto no tiene concordancia con el testimonio que entregó un vecino del sector, quien reveló que en la mañana escuchó al hombre gritando que algo malo había pasado con el lactante. “Hay algo mal con el bebé, ven a casa”, asegura haber escuchado el vecino.

Esto sumado a los nuevos antecedentes que indicarían que el hombre habría confesado patear y golpear al menor, declaración que para los forenses tiene sentido con la autopsia ya que no el cuerpo no tenía signos de haber sufrido un accidente.