En una avenida de intenso tránsito en el centro de Lima, un edificio de siete pisos y con solo 1,2 metros de ancho desafía a la ingeniería. Las autoridades planean demolerlo, pues representa un riesgo en un país altamente sísmico como Perú.

El inmueble, sumamente delgado y sin autorización de edificación, está ubicado en la cuadra nueve de la avenida Abancay. Tiene paredes de ladrillo sin acabados ni pintura. En su primer nivel hay tiendas de comida, bares y talleres de refacción de calzados, entre otros. Los pisos superiores funcionan como almacenes de juguetes, plásticos y ropa de los negocios cercanos, con puertas de metal.

Este edificio, que en el 2013 solo tenía tres pisos, fue creciendo en altura en los siguientes años a vista de todos los transeúntes, hasta alcanzar los siete pisos en 2015. Cobró notoriedad en los últimos días, luego del potente sismo que sacudió México y que puso en alerta a varios países de América Latina.

AFP PHOTO / CRIS BOURONCLE
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“Este edificio recibió autorización en 1992 para solo tres pisos. Luego iniciaron un procedimiento de regularización (de la edificación) y en 2015 se les negó (la ampliación). Sin embargo ellos han seguido edificando (…) ahora estamos solicitando al poder judicial la autorización (para demoler)”, dijo a la prensa John Ortiz, subgerente de Fiscalización y Control de la Municipalidad de Lima.

Según imágenes del interior del inmueble difundidas por canales locales, los pasillos y escaleras son angostos y las puertas de metal. El martes, agentes municipales cercaban el inmueble para evitar el ingreso según constató la Agence France-Presse.

AFP PHOTO / CRIS BOURONCLE
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