Este jueves 20 de abril, la Justicia condenó a 40 años de prisión por delitos sexuales a Miguel Ubaldo Reynoso, conocido como “El Chacal de Cañuelas”. El hombre abusó sexualmente de su hijastra a lo largo de 17 años, motivo por el cual la joven quedó embarazada en tres ocasiones.

El sujeto también estaba imputado por mantener en cautiverio a la víctima, quien padece un retraso madurativo y era menor de edad al momento de los hechos.

Sin embargo, la fiscal de juicio Helena de la Cruz Orsi lo absolvió por el delito de “privación de la libertad agravada, por condición de conviviente, de menores de 18 años y de persona con discapacidad y a quienes se debe respeto particular” al no poder acreditar que los hechos hayan sucedido.

En la actualidad, la víctima tiene 30 años y es madre de tres hijos de 6, 11 y 16 años, todos producto de las violaciones del condenado.

Antecedentes de caso del “Chacal de Cañuelas”

Durante el juicio, las pericias de ADN determinaron que el abusador es el padre de los tres hijos de la joven. Por este motivo, los jueces Carolina Crispiani, Emir Alfredo Caputo Tártara y Juan Carlos Estrada, resolvieron condenarlo por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal, a una menor de 18 años, agravado por la situación de convivencia preexistente, que no estaba en condiciones de consentir libremente la acción”.

Reynoso fue acusado formalmente de tres hechos con acceso carnal, el primero de ellos agravado por la convivencia con un menor de 18 años. Su defensa planteó la proscripción del primer abuso.

No obstante, la fiscal sostuvo que “la prescripción no puede correr antes de que las víctimas menores de abuso sexual tengan 18 años porque resulta inconstitucional e inconvencional, por lo que dicen los tratados internacionales de Protección del Niño, de la Mujer y el Pacto de San José Costa Rica”.

En ese sentido, la fiscal subrayó que “se encuentra acreditado que, durante febrero de 2005, en un domicilio de la calle Santiago del Estero de Ezeiza, un sujeto, aprovechando la relación preexistente y convivencia, y la imposibilidad de la víctima de consentir su acción, abusó de una pequeña que entonces tenía 13 años”.

Respecto a la segunda violación, el Ministerio Público argumentó que ocurrió en diciembre de 2010 en una vivienda de Cañuelas. En esa ocasión, Reynoso “bajo amenazas y aprovechando la imposibilidad de la víctima de consentir libremente, violó a la joven de 18 años”. En 2016, el acusado volvió a abusar sexualmente de la mujer.

La historia de la víctima y el relato de sus familiares

Cuando Marcela Alejandra De Este, la madre de la víctima, formó pareja con el “Chacal de Cañuelas”, la damnificada tenía 21 días de vida.

De esta relación nacieron dos medios hermanos de la joven. Desde los tres años, la afectada vivió con su abuela hasta el momento en que falleció. Ante esta muerte, la justicia ordenó que la menor de edad fuera restituida a su madre, motivo por el cual la niña se incorporó a la vivienda de su familia en Ezeiza

En ese momento, comenzaron los abusos de Reynoso hacia la víctima, quien fue violada por primera vez cuando tenía 14 años.

Según indicó a TN la hermana mayor que impulsa la causa, De Este conocía la situación de su hija, pero no actuó al respecto hasta que su retoña quedó embarazada.

Cuando esto sucedió, la mujer realizó la denuncia en los tribunales de Lomas de Zamora. Sin embargo, la causa fue cerrada seis años después por falta de méritos, aunque nunca se le efectuó una pericia a la damnificada.

Una vida marcada por los abusos

Tras el accionar legal, Reynoso obligó a la familia a mudarse a Cañuelas, aunque al poco tiempo los hermanos de la joven se fueron de la casa.

En el nuevo hogar continuaron los abusos a la menor de edad, quien volvió a quedar embarazada otras dos veces. Todos vivía en una vivienda del barrio Santa Rosa y solo contaba con “una lata para hacer sus necesidades“, según relató un cercano de la víctima.

Además, tenían prohibido salir a la calle bajo amenazas de muerte para que no contaran nada a los vecinos.

En 2017, la situación fue descubierta por un hijo de la mujer que fue a visitarla y tuvo que derribar a golpes la puerta cerrada de la casa. Una vez que lo logró, se encontró con la escena y con las condiciones inhumanas en que vivían.

Ante este hecho, los hermanos de la víctima enfrentaron a Reynoso. “Yo fui, abrí la puerta, saqué las cosas de él y le dije que le iba a hacer la denuncia, que yo sabía, que ya era grande y me había dado cuenta de todo”, mencionó la mujer.

Luego del rescate, la afectada fue trasladada al hospital Marzetti porque presentaba dolores y los médicos confirmaron que cursaba un embarazo de ocho meses. Por su parte, Reynoso fue detenido en esa oportunidad.

El juicio de Miguel Ubaldo Reynoso

Durante el juicio, el hermano de la mujer abusada contó que la víctima padece un retraso físico y madurativo, motivo por el cual ni siquiera comprende que los niños son sus hijos.

El 20 de diciembre de 2022, la policía intentó contactarse con De Este para notificarla de que la fiscal De la Cruz Orsi pretendía cerrar la causa con un juicio abreviado por el que Reynoso aceptaba su responsabilidad a cambio de 15 años de prisión.

Ante esta información, la hermana de la mujer se contactó con el abogado Torrada, quien definió en diálogo con el mencionado medio al hecho como “el caso más macabro en el que me tocó intervenir“.

Según contó el letrado, el 27 de diciembre se presentaron a la fiscalía, pero no quisieron mostrarles la propuesta de juicio abreviado. Además, le mencionaron a la familiar de la víctima una supuesta acta firmada por ella en la que lo consentía el acuerdo, pero el documento nunca apareció.

Sin embargo, lograron retirarse del lugar con un escrito donde dejaron expresa constancia de oposición del juicio abreviado a Reynoso. “Fue todo muy irregular y desprolijo”, recordó Torrada.