Después de haber sido falsamente acusados de golpear, abusar y asesinar a su bebé de 21 días, Layla Rivero y Omar Barrientos rompieron el silencio.

Los padres hicieron su descargo contra los médicos del hospital Alberto Balestrini, donde falleció la recién nacida, y también contra la policía.

En el programa Radio con vos, la mujer dijo: “Es lo peor que me pasó en la vida. Fue mi primera vez en una comisaría. Ensuciaron nuestro nombre”.

“Ahora salir a la calle me da miedo porque no sé cómo reaccionará la gente. Es horrible. No pudimos despedirla ni darle el último beso como padres”, agregó.

Crudo testimonio de los padres

Los padres de Alison fueron apuntados como asesinos de su propia hija hasta que la autopsia y una pericia independiente, determinaron que la recién nacida había fallecido por una asfixia mientras era amamantada.

“La pasé mal, tanto en el hospital como en la comisaría. No se lo deseo a nadie. Tanto yo como mi pareja la pasamos muy mal. Fue de terror. Hubo maltrato físico y verbal en todos los sentidos que te puedas imaginar“, confesó él.

“Me golpearon entrando a la comisaría, yendo a dejar las huellas y estando con los reclusos, cuando me tendrían que haber dejado aislado”, agregó Barrientos.

En ese sentido, denunció maltrato por parte de las fuerzas de seguridad: “Los policías me decían barbaridades. Si yo, que soy hombre, viví un calvario; imagínese mi pareja, que es mujer y es la primera vez que toca una comisaría. A mi mujer también la maltrataron y la golpearon“.

El hombre comentó que pasó dos días sin tomar agua y que tenía la boca con llagas por la falta de hidratación.

Me decían que merecía lo peor. Estuve dos días sin tener contacto con el mundo y lo único que recibía eran insultos”, sumó.

Omar lamentó el calvario que le tocó vivir durante esos cinco días tras las rejas: “Entramos al hospital por una cosa y salimos por otra. En el hospital no nos informaron nada”, acusó.

“Nos enteramos (de lo que habían dicho las pediatras) cuando estábamos presos. Lo peor que me pudo haber pasado fue enterarme de que había muerto mi bebé estando preso“, acotó el hombre.

Además, detalló el abuso de poder de parte de los policías de La Matanza: “Fuimos a la comisaría a hacer una declaración y cuando nos dimos cuenta, estábamos encerrados y no sabíamos por qué. Los policías me decían ‘estás en un quilombo’, ‘¿sabes por qué? Porque tu hijo falleció’. Yo entré en llanto, me quería morir”, relató.

“En todo momento me trataron de ‘negro de mierda’. Me decían ‘a este hay que cortarle la p…’. Decían ‘este es un abusador’ y ahí es cuando empecé a sospechar. Me decían ‘no jodas más, porque te voy a cagar a palos’, ‘las personas como vos no se merecen nada’”, rememoró.

Layla no podía creer lo que estaba pasando cuando los agentes policiales le explicaron por qué estaba detenida.

“En todo momento me decían que me ponga en contra de él (de su pareja) y que lo embarrara, porque si no me iba a ensuciar él. Jamás me puse en contra de él porque sabía que no había hecho nada”, confesó.

“Las policías me decían ‘ahora cuando te pongan con las demás presas te van a matar porque eso no se perdona’. Yo le decía que no, que estuvimos 10 años en pareja y que era imposible que haya hecho algo así. Me decían que les dijera a las presas que estaba por robo”, dijo.

“Pero apenas entré a la celda, estaba la tele prendida y una piba (que la reconoció) me tiró una patada en la cara y después eran como 20 pibas pegándome”, consignó.

El abogado de la pareja, Miguel Ángel Racanelli contó que “la niña tenía falta de oxígeno, porque tenía una cardiopatía congénita que le causó una muerte cerebral. Tenía sangre en las fosas nasales y la boquita porque le fallaron los pulmones”.

Asimismo, el jurista indicó que “eso dice la autopsia y el informe del Cuerpo Médico Forense de Junín. Alguien de prensa de la policía de la Provincia dijo que la niña fue abusada y matada a golpes. Por eso vamos a denunciar a las médicas y a los policías que intervinieron en su detención”.

Y adelantó: “También voy a ir por la cabeza de la directora del hospital, que salió a hablar ante los medios que hubo un abuso”

Las disculpas de Mauro Szeta

Mauro Szeta, reconocido periodista de casos policiales, había afirmado en sus redes sociales que Rivero y Barrientos habían asesinado a la menor de edad.

En las redes comenzaron a criticarlo después de que se conociera la autopsia y el informe que determinó que la bebé murió asfixiada, y este lunes pidió disculpas al aire de Telefe.

“Primero, pedirle disculpas a estos padres, y una enseñanza, porque yo al publicar en mis redes sociales afirmé, lo que era una etapa incipiente en este caso, como si fuera concluyente”, comenzó excusándose.

“Esa es mi responsabilidad, la enseñanza de que los procesos penales (me lo digo), son largos, no son concluyentes, y este matrimonio es inocente, es claro que es inocente, lo están diciendo no solamente ellos, sino los informes médicos”, cerró el comunicador.