La ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand, reveló que el ‘ovni’ derribado el sábado en la región del Yukón, era “un objeto cilíndrico pequeño”.

Además, explicó que el aparato volaba a unos 40.000 pies de altitud, unos 12,2 kilómetros.

Este fue derribado debido al riesgo que suponía para la aviación civil, a unos 161 kilómetros de la frontera con Alaska, informó la televisión pública canadiense, la CBC.

Fuentes del Gobierno citadas por la cadena CBC indicaron que la primera alerta sobre la presencia del objeto llegó el viernes por la noche, cuando aún estaba sobrevolando la región estadounidense de Alaska.

El sábado entró en el Yukón y el primer ministro, Justin Trudeau, ordenó su derribo. Fue un caza estadounidense F-22 el que disparó contra el objeto y lo derribó.

Canadá buscó el OVNI para ver si constituía una amenaza

Más temprano, Justin Trudeau había dicho que los investigadores están buscando los restos del misterioso objeto volador derribado la víspera por un caza estadounidense sobre el territorio de Yukón.

“Los equipos de recuperación están sobre el terreno, tratando de encontrar y analizar el objeto”, remarcó Trudeau a periodistas antes de partir a un acto de recaudación de fondos previamente programado en Yukón.

Los comentarios de Trudeau se conocieron después de que el líder de la mayoría del Senado estadounidense, Chuck Schumer, declaró a la cadena ABC que las autoridades estadounidenses creen que el objeto destruido sobre Canadá el sábado -así como otro objeto volador derribado cerca de Deadhorse, Alaska, el viernes- eran ambos globos.

Ofreció pocos detalles más, limitándose a decir que los objetos eran mucho más pequeños que el primer globo que sobrevoló el espacio aéreo estadounidense y fue derribado sobre Carolina del Sur el sábado pasado.

Un F-22 estadounidense derribó otro ‘OVNI’ este sábado: volaba sobre Canadá

Schumer indicó que las autoridades estadounidenses estaban “centradas como un láser” en averiguar qué eran los objetos y qué amenaza suponían, si es que suponían alguna.

“Pueden estar seguros de que si hay intereses o personas estadounidenses en peligro, tomarán las medidas adecuadas”, afirmó.