Un japonés gastó cerca de $18 millones en un disfraz de lobo, que le gusta usar porque siente “que ya no es humano” y está libre de cualquier interacción con personas.

Toru Ueda es un ingeniero de Tokyo, que compró el traje a Zeppet, una compañía que crea disfraces y modelos para series y películas.

El hombre de 32 años pidió que su traje fuera lo más real posible, pero que, a la vez, le permitiera caminar cómodamente mientras estaba dentro de él.

Tal como se ve en la cuenta de Instagram de la empresa, el disfraz cuenta con ojos, colmillos, una lengua, nariz y mucho pelo que lo hace lucir prácticamente como un lobo de verdad, la única diferencia es que camina en dos patas.

“Cuando uso mi traje, ya no me siento humano, estoy libre de cualquier tipo de relaciones. Puedo olvidarme de todos los problemas relacionados con el trabajo u otras cosas”, contó Ueda a The Times.

Además, declaró que “cuando me miro en el espejo y veo un lobo, me siento realmente conmovido“, ya que siente una fuerza que no experimenta el resto del tiempo.

“No soy un hombre lobo, eso es una especie de monstruo y yo no lo soy“, puntualizó.