Cuando llegó a su casa en Tucumán, su hija le dijo que habían ingresado a robar y habían abusado de ella. El hombre se subió a su auto con la menor de edad y salió con la intención de encontrar al sospechoso.

Pero para la fiscalía, el sujeto “llevó a cabo una cacería humana” que terminó en una casa en la que estaba Yonathan Caro y su novia.

Cuando la víctima de 26 años salió a abrir la puerta de madrugada, el acusado lo baleó sin mediar palabra y le dio un tiro en el pecho, con su arma reglamentaria, que terminó con su vida. Pero Yonathan era inocente.

El policía (se preserva la identidad para resguardar a la víctima de abuso sexual) fue condenado a 17 años de prisión por el crimen de Caro y por lesionar a una mujer que terminó con una herida de bala en la oreja.

Según consignó Perfil, todo sucedió el 4 de diciembre de 2021, cuando el uniformado regresó a su casa y su hija le contó lo que había sufrido, lo cual llevó al hombre a buscar a un conocido para que le aporte información de quién podría ser el atacante.

Tras esto, comenzó un recorrido por distintas propiedades, la cual concluyó con Yonathan muerto y Adriana Aragón, herida.

El juicio de policía que mató a joven por venganza

Con el fallo condenatorio, los jueces Isolina Apas Pérez, Fernando Zottoli y Lucas Taboada no dieron lugar al pedido de 25 años de prisión que había hecho el fiscal Guillermo Di Lella ni a la solicitud de perpetua que había requerido la querella en representación de la hermana de la víctima. Tampoco se avaló el planteo de que los hechos acontecieron en un contexto de emoción violenta, como esbozó la defensa.

“No existen dudas de que la intención del imputado fue acabar con la vida del joven Caro. Llevó a cabo una cacería humana. Las víctimas eran inocentes que nada tenían que ver con el hecho que intentó vengar (el abuso a su hija)”, sostuvo en los alegatos de cierre el fiscal, según informó el Ministerio Público Fiscal local.

“La figura de emoción violenta no puede proceder en este caso, tuvo plena capacidad de planificación. Como policía, debió apegarse a la norma”, añadió.

Los magistrados, por mayoría, concluyeron que el policía salió a matar, pero en su fallo tuvieron en cuenta atenuantes para llegar al monto de pena que impusieron. Se basaron en que su accionar estuvo vinculado a lo que su hija le había contado y que había enviudado hacía poco tiempo.

Mientras que para la querella hubo alevosía (actuar sobre seguro) y que el victimario era policía, pero dos de los jueces entendieron que no actuó como tal en este hecho.

El lamento de la familia de la víctima

“Estoy destruida, me volvieron a matar a mi hermano en mis ojos. Los jueces de Tucumán tenían todas las pruebas en las manos y miraron a otro lado”, se lamentó Vanessa en diálogo con el citado medio. Además, adelantó que van a apelar y que tienen un respaldo en su planteo: el voto en disidencia de Apas Pérez.

“La jueza que votó a favor nuestro dijo que se merecía la pena mayor porque él mató con el arma reglamentaria y que aún no estando en servicio, él al enterarse de lo que pasó actuó como policía. Sus sentidos de policía se despiertan y actuó como un policía conociendo todas las reglas”, mencionó la joven. Para los otros dos jueces esta condición de miembro de la fuerza fue ajena a su accionar.

Sumado a esto, la entrevistada recordó indignada que “mi hermano era un joven de 26 años que estudiaba y trabajaba en La Rioja. Él llegó esa noche de La Rioja después de 15 días de estar allá y tenía que volver el lunes, pero no regresó porque este asesino me lo mató a quemarropa sin decirle nada”.

“Mi hermano quería ser policía, y fue un policía el que acabó con todos sus sueños”, expresó.

Yonathan Caro junto a su familia | Perfil

El presente del policía

Al momento de decir sus últimas palabras en el debate, el policía manifestó: “Nuevamente pido perdón. Yo desde el primer momento me arrepentí de lo que hice”.

Además, reconoció que “tuve una mala reacción. No pude quitarme esa ceguera que tuve en ese momento por cómo la he encontrado a mi hija (este hecho se tramita en otra causa)”.

Con respecto a su presente, el policía camina en círculos, mira a cámara en su celular, ríe. “No es lo mismo sonreír e ir contento y feliz manejando un auto, que estando encerrado, pero bueno, son cosas que pasan”, dijo desde el interior del penal donde está detenido.

“Uno a veces peca, porque somos seres humanos y hay situaciones que nos llevan a nosotros a molestarnos y uno pierde un poco la cordura, la empatía. Pierde el raciocinio, pierde la guía de lo que a uno le enseñaron y bueno, por eso estoy yo acá”, sostuvo en el mensaje que subió a sus redes.

La familia de Yonathan contó que fueron varios los videos que subió y los consideraron una provocación contra ellos. “En el juicio pidió perdón para quedar bien delante de los jueces, por querer jugar al arrepentido. Se pasó casi un año burlándose, haciendo videos diciendo cosas de mi hermano, queriéndolo hacer culpable de lo que no fue y (en el juicio) quedó descartada cualquier posibilidad de que mi hermano estuvo o tuvo algo que ver (con el abuso a la hija del policía). El nombre de mi hermano se limpió”, aseguró Vanesa.