Una profesora de un colegio rural, de 62 años, ganó un millonario premio en el Casino Dreams de Temuco, tras una jugada de $880.

Se trata de Juana del Carmen Salgado, quien tras 20 minutos de permanencia en el recinto, ganó $61.256.320 en la isla de máquinas orientales llamada Endless Treasure.

“Antes del covid iba al casino a ver a algún cantante y a comer con amigos, pero desde el inicio de la pandemia dejé (de ir) porque ya no había show”, señaló.

“Sobre la jugada recuerdo que me estaba tomando un té en la máquina, que mostraba unas ollitas que me llamaron la atención”, comentó, agregando que fue en el tercer intento, de $880, cuando todo se iluminó.

“Llegó un momento donde botón que apretaba decía premio grandioso… y así no más fue”, relató.

Juanita, la profesora afortunada

Juanita, como le dicen sus cercanos, nació en Panguipulli, región de Los Ríos. Hace 17 años llegó a Temuco por razones laborales y hace 14 se desempeña como profesora general básica en una escuela rural de Vilcún.

“Jubilé hace un tiempo, pero el sistema me permite seguir trabajando. Lo hago porque mi pensión no es de las mejores, pero más que todo porque creo que tengo mucho que entregarle aún a mis 10 alumnas y 10 alumnos que son muy cariñosos conmigo”, asegura.

“Soy feliz haciéndoles clases”, confesó la afortunada docente, quien a sus 62 años, comienza todos sus días antes del amanecer.

A las 7 de la mañana toma el bus con destino a Cajón, para luego hacer transbordo a un minibús que la lleva a su destino.

“Enviudé muy joven, cuando mi bebé tenía solo 11 meses. Fue duro y sacrificado salir adelante, pero hoy podemos mirar hacia atrás y somos felices y realizadas como mujeres”, comentó con emoción.

Según cifras oficiales, desde el 1 de enero hasta el 30 de septiembre de este año, Dreams Temuco ha pagado, a quienes prueban suerte en máquinas de azar, más de 9 mil millones de pesos en premios sobre 500 mil pesos.

La aún incrédula ganadora de uno de los premios más altos de los últimos meses en el casino temuquense, agradeció al personal del centro de entretención y por sobre todo a Dios por semejante golpe de suerte, afirmando que le envió una jubilación soñada.

“Esto para mí es un sueño, algo que no sé si merezco”, sentenció.