Después del entierro de Isabel II, la monarquía británica puso en marcha la ‘Operación Golden Orb’, el nombre en clave de los planes para la coronación del rey Carlos III.

Los planes de la coronación fueron elaborados hace más de una década, pero se actualizan e incluso se ensayan constantemente.

Un comité secreto que los supervisa funciona sin la interferencia del palacio y está presidido por el duque de Norfolk, quien se desempeña como Conde Mariscal y está a cargo de todos los eventos ceremoniales estatales que involucran al monarca.

Se espera que Carlos III, convertido en el nuevo rey, y la nueva reina consorte Camilla sean bendecidos y coronados en 2023.

La última coronación fue la de Isabel II, en 1953. La ceremonia costó más 53 mil millones de pesos chilenos, y contó con una procesión de carruajes que transportó a 8.251 dignatarios de 180 países.

Además, más de 40.000 soldados participaron en el desfile y millones siguieron la ceremonia por radio y TV.

La coronación de Isabel II fue considerada un impulso moral necesario para una nación que se recuperaba de la Segunda Guerra Mundial.

Pero 70 años después, se espera que la de Carlos III sea un evento más pequeño y moderno.

Una ceremonia más breve, barata e inclusiva

En los últimos años, Carlos III dejó en claro que favorece una monarquía más moderna y reducida y su coronación lo reflejará, según aseguran personas de su entorno.

Además, desea una coronación “más breve, más reducida, menos costosa y más representativa de diferentes grupos comunitarios y religiones”.

Si bien se espera que los aspectos tradicionales de la ceremonia permanezcan sin cambios, posiblemente el rey intente utilizar la coronación para ‘celebrar’ y ‘proteger la diversidad’ del Reino Unido invitando a personas de diferentes religiones, incluidos cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y budistas.

Con el Reino Unido en recesión por la pandemia y la guerra ruso-ucraniana, es probable que su deseo sea elogiado, según The Daily Mail: “Esta sería una forma de mostrarle al público y al mundo cómo funcionará su ‘monarquía reducida’ en el futuro, además de ser considerado con la actual crisis del costo de vida que está afectando a la nación”.

Según esa fuente, Carlos III se va a asegurar de que la ceremonia sea “correcta y fiel a las tradiciones del pasado” y “ser representativa de una monarquía en un moderno mundo”.

“El rey ha sido durante mucho tiempo un defensor de una monarquía simplificada, y ciertamente se podría decir que este proyecto encaja con su visión”, dijo.

La planificación de la coronación será meticulosa y cada detalle debe ser considerado, pero la casa real dice que “no hay apuro” por su realización.

Afirman que podría ser en mayo o junio de 2023, “dependiendo de lo que esté pasando en el mundo”.

“Potencialmente, podría suceder en el aniversario de la coronación de la reina el 2 de junio”, dijo otra fuente del palacio.

Un portavoz del nuevo monarca le dijo al Mirror: “El rey no está pensando en la coronación en este momento”.

Pero además de la economía británica, muchos creen que hay que considerar la edad del nuevo rey.

Para cuando la coronación se celebre el próximo año, Carlos III tendrá 74 años y la reina consorte, Camilla, estará cerca de los 76. Esto los convertirá en los monarcas de mayor edad en ser coronados en el Reino Unido y posiblemente en la historia mundial.

Cómo es la coronación de un rey británico

La coronación de un soberano británico, en la que también es ungido, bendecido y aclamado, incluye rituales que se remontan a siglos atrás.

La ceremonia de coronación también tiene lugar en la Abadía de Westminster desde el siglo XI y es oficiada por el Arzobispo de Canterbury.

En este, redactado en 1688, el rey jura solemnemente gobernar al pueblo británico de acuerdo con las leyes aprobadas en el parlamento, aplicar la ley y la justicia “con clemencia”.

A continuación, el arzobispo unge al monarca con óleos consagrados y lo bendice en el trono del rey Eduardo.

Finalmente, el soberano recibe los ornamentos reales, entre ellos el cetro y la corona, que es colocada por el arzobispo.

Tras la ceremonia, viene una extensa procesión militar por Londres en la que el rey es transportado, según la tradición, en el Golden State Coach.