El rey Carlos III no solo heredó de su madre, Isabel II, el trono del Reino Unido, pues también se quedó con el guardaespaldas de más alto rango que tenía la fallecida monarca, un oficial del Ejército británico que se robó todas las miradas en los últimos días.
Definido por la prensa británica como “bendecido con una buena apariencia” y siempre vestido con un tartán (falda escocesa), el mayor Jonathan Thompson pertenece al 5° Batallón del Regimiento Real de Escocia, el cual fue una vez el caballerizo de mayor confianza de la difunta monarca.
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El comandante “Johnny” Thompson “ha sido una presencia constante para la familia real, trabajando para la difunta reina Isabel II durante años”, explica la revista británica Hello.
En las redes sociales muchos elogiaron la “fidelidad” del caballerizo hacia la reina Isabel como responsable de la planificación y la ejecución de los programas diarios de la monarca.
Pero desde el fallecimiento de la autoridad británica, el pasado 8 de septiembre, Thompson pasó al servicio exclusivo del nuevo soberano y se lo ha visto acompañándolo en todas las grandes ceremonias de su sucesión.
La función del guardaespaldas del rey Carlos III
El caballerizo del rey es un oficial de uno de los servicios armados británicos que asume por tres años la tarea de proteger y servir personalmente. Su papel incluye, en general, asistir al monarca en todos sus deberes públicos y ser sus “ojos y oídos”.
También se espera que el escudero del rey proteja los carruajes y automóviles del nuevo monarca durante sus desplazamientos en actividades oficiales y ceremonias estatales, como el desfile Trooping the Color y la Apertura del Parlamento.
El oficial Thompson estuvo con Carlos III cuando llegó al palacio de Buckingham el viernes, mientras que el sábado estuvo de pie detrás del rey en su proclamación en el Palacio de St. James y acompañándolo este lunes en el funeral de la reina en Edimburgo.
Además, Thomson escoltó a la primera ministra Liz Truss a reunirse con el rey en su primera audiencia en Buckingham y las redes sociales se llenaron de comentarios sobre la “intensa mirada” que intercambiaron.
Y un experto en lenguaje corporal bromeó: “Así es como comienzan la mayoría de las telenovelas mexicanas“.
