Rafael tiene 90 años, María Angélica tiene 89 y llevan juntos más de 65 años. Ambos se volvieron a ver luego de una semana de estar separados, algo a lo que no están acostumbrados, y su reencuentro se volvió viral.

“¡Cosita linda! Que bien que estás. Qué hermoso verte, mi amorcito”, expresó Rafael emocionado mientras se levantaba de la cama para recibir a María Angélica. “Igualmente, mi vida”, le respondió ella y se acercó para saludarlo con un beso en la boca.

“¿Me extrañaste?”, le preguntó la mujer tras el tierno y emotivo reencuentro. “Segundo a segundo”, le contestó él sin dudar.

Fue el nieto de la pareja, Tomás Fonseca, quien compartió en su cuenta de Twitter el conmovedor video de 20 segundos donde registró el momento justo en el que sus abuelos vuelven a reencontrarse luego de pasar una semana distanciados.

“Mi abuela (89 años) vuelve a su casa después de estar una semana internada. Así la recibe mi abuelo (90 años)”, explicó en el tuit que, hasta el momento, ya cuenta con más de 2 millones de reproducciones, más de 170 mil me gusta y casi 3000 retweets.

Además, el joven acompañó su posteo con una frase de la canción ¿Qué carajo es el amor? de las Pastillas del Abuelo: “Y si vos me preguntas hoy qué carajo es el amor, yo te contesto: miralos a ellos dos”.

La historia detrás del tierno video viral

Tomás Fonseca, el nieto de la pareja, aseguró en diálogo con Todo Noticias que sus abuelos “siempre fueron muy cariñosos y muy expresivos”. “Son así naturalmente y se dicen esas cosas”, agregó.

Así, Fonseca explicó que ambos se habían contagiado de coronavirus hace unas semanas, por lo que él tuvo un problema respiratorio y debió ser trasladado a un centro de salud por precaución, lo que angustió a la mujer.

“Por suerte se repuso rápido, pero mi abuela se quedó muy angustiada. A raíz de eso empezó con algunos problemitas de salud y decidieron internarla una semana. Hace unos días le dieron el alta y volvió a su casa”, señaló.

A su vez, resaltó que la emoción de su abuelo se reflejó en el hecho de que se sentara solo en la cama para poder recibirla: “Me imagino la alegría que sintió al verla que se incorporó solo, no necesitó de nadie”.