En mayo, Cecilio Calderón jugó en la ruleta del sorteo “Juega y Gira” del Casino Dreams de Coyhaique y se adjudicó el pozo acumulado de exactos 27 millones 900 mil pesos.
Una jornada soñada para el ganador, quien, junto con recibir diversas muestras de admiración por parte del público asistente a la sala, expresó que destinaría parte del premio a comprar un auto para la familia.
Los Calderón Martínez tenían su flamante cero kilómetro, sin imaginar que el destino los sorprendería otra vez.
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Corrían los primeros días de julio y don Cecilio, quien se autodefine como “chancletero”, pues tiene 3 hijas y 3 nietas, programó una visita al casino de la ciudad, donde suele ir para divertirse y compartir con gente conocida.
“Es un lugar seguro, agradable y siempre hay algún show para disfrutar. Me entretengo”, afirmó con total convicción.
Pero ese día, no era uno más. Era la fecha del sorteo de un automóvil que convocó a un no despreciable número de asistentes, quienes llegaron con la ilusión de ser el ganador o la ganadora del flamante cero kilómetro.
Tras semanas de clasificación, fueron 28 las personas que llegaron a la gran final.
Cerca de la medianoche el locutor las invitó a pasar al escenario, donde cada uno retiró un sobre: 27 contenían la lectura “gracias por participar”; 1 indicaba “ganaste un MG, modelo ZS”.
Y don Cecilio se llevó el auto, tras lo cual se dio un largo abrazo con su esposa, irradiando felicidad.
La historia del afortunado mecánico que juega en casino Dreams
Transcurridos los días, este medio se contactó con el ganador. Un hombre que irradia sencillez y simpatía.
En la conversación, recordó sus sacrificados años como transportista, trasladando gente de Coyhaique a Puerto Ibáñez y habló de sus 45 años casado con el amor de su vida.
También aseguró que es un hombre feliz por haber criado a sus 3 hijas y por tener salud, para disfrutar a las nietas, la mayor de 21 años.
“Ya criamos y dejé los minibuses. Ahora me dedico a la mecánica. Tengo un taller chiquitito donde arreglo autos más que nada de gente conocida”, afirmó.
El ganador tenía la opción de recibir 10 millones de pesos en efectivo o quedarse con el auto y, pese a ello, decidió quedarse con el vehículo a “sugerencia” de su esposa.
“Ella manda”, sostuvo sonriente el mecánico de Coyhaique, literalmente, perseguido por la suerte.
