La vida de los habitantes de la costa del desierto de Atacama cambió radicalmente hace 3.800 años, cuando fue sacudida por un megaterremoto, hasta ahora desconocido, que provocó posteriormente un gran tsunami, según publicó la revista Science Advances.

Las evidencias disponibles, unidas a modelos matemáticos, señalan que la magnitud rondó los 9,5 grados en la escala de Richter, registro equivalente al terremoto de Valdivia en 1960, el más intenso registrado en la historia de la humanidad.

El evento fue el resultado de una ruptura de la costa de 800 a 1.000 kilómetros de longitud, originada por las placas tectónicas de Nazca y Sudamérica.

El terremoto, pero sobre todo el posterior tsunami, produjo “consecuencias bien devastadoras para las poblaciones que habitaban la costa en aquella época”, según explicó el líder de la investigación, el arqueólogo de la Universidad de Chile, Diego Salazar.

Se trataba de sociedades nómadas, pequeños grupos de cazadores, recolectores y pescadores, que basaban su subsistencia en la explotación de los recursos marinos, para lo que tenían una tecnología especializada con embarcaciones, arpones, distintos tipos de anzuelos, redes, lanzas y cuchillos.

Una sociedad que vivía en esas costas desde 8.000 años antes del evento y que, con diversas transformaciones, permaneció hasta el siglo XIX, cuando se perdió su lengua, cultura, mitología y costumbres.

Menos de mil años después del desastre, la población empezó a recuperarse y “creemos que seguían teniendo algún tipo de memoria, pues mantuvieron sus asentamientos y cementerios lejos de la costa y a mayor altitud”, señaló Salazar.

El terremoto más fuerte del que se tenía constancia en Atacama fue en 1877, con una magnitud estimada de 8,8 grados.