Dimitty Bonnet, de 28 años, se llevó una gran sorpresa cuando sintió la extrema urgencia de pujar mientras estaba en la ducha de su casa, y dio a luz a un inesperado bebé en Australia.

La mujer y su esposo, Jason, de 42 años, ya tenían dos hijos: Nate, de cinco años, y Darci, de tres, y habían decidido no tener más niños.

De hecho, Bonnet tenía periodos regulares e incluso se hizo un test de embarazo unas semanas antes de que su tercer hijo naciera.

El nacimiento

Jason estaba durmiendo cuando los gritos de su mujer pidiendo ayuda lo despertaron. Fue al baño y se encontró a Dimitty llena de sangre y sosteniendo a un bebé entre sus brazos.

Ella dijo que no tenía idea de que algo pasaba hasta que se empezó a sentir “un poco mal” la tarde antes de dar a luz.

“Mi peso ha sido inconstante toda mi vida, así que no pensé que había algo más cuando gané algunos kilos. Asumí que era algo normal”, aseguró.

Ese día, se levantó cerca de la una de la mañana, sintiéndose realmente mal. “Tenía la urgente necesidad de ir al baño, pero nada salía. El dolor empezó a empeorar, así que decidí darme una ducha para sentirme mejor”, contó.

“Sentí la urgencia de pujar y lo próximo que supe fue que estaba sosteniendo la cabeza de un bebé”, agregó.

Entre toda su confusión, Dimitty se sentó en el piso del baño. Luego de varios minutos y un empuje final, su hijo finalmente nació. Fue entonces cuando alertó a su esposo.

Llamaron a la ambulancia, que llegó a los 15 minutos. Los paramédicos cortaron el cordón umbilical y llevaron a la madre y su recién nacido al Hospital Campbelltown, donde fueron monitoreados durante 24 horas.

Dimitty y Jason decidieron llamar a su nuevo y sorpresivo hijo, Harvey Eric.