Mairead Mcguire es una mujer de 29 años adicta al bronceado, cuya historia ha captado recientemente la atención de los medios británicos.
La oriunda de Belfast descubrió una protuberancia cancerígena precisamente cuando se disponía ir a un solárium. Lo más impactante es que esta masa le apareció por primera vez en 2018.
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Según consignó The Sun, Mcguire usaba una cama de bronceado tres o cuatro veces por semana. Y si tenía algún evento importante, asistía al solárium todos los días para prepararse.
Mairead comenzó a broncearse desde los 15 años y solo se detuvo a los 28, cuando le diagnosticaron carcinoma basocelular, un tipo de cáncer a la piel.
La mujer contó que la primera vez que se dio cuenta de la protuberancia fue en 2018. Pensó que no era nada grave y continuó yendo a camas de bronceado por tres meses.
“Tengo la piel muy pálida y me gusta estar más bronceada. Comencé a ir al solárium a los 15 años y me obsesioné. Era tan adicta que no podía distinguir si estaba bronceada o no“, relató.
“Me di cuenta que tenía un pequeño bulto en mi cabeza, pero lo ignoré”, afirmó Mairead, agregando que eventualmente fue al doctor para saber qué era.
Mcguire contó que los médicos le indicaron que era un acrocordón, un pequeño tumor benigno. Es así como se lo removió rápidamente, pero este procedimiento lo tuvo que repetir cuatro veces pues seguía creciendo y en peores condiciones.
“En el fondo estaba preocupada de que podía ser cáncer, pero no me detuve y seguí yendo a las camas de bronceado porque el doctor me dijo que no era nada de qué preocuparse”, expresó.
El aspecto de la protuberancia comenzó a incomodarla por lo que empezó a peinar su cabello de forma distinta, para que no se viera.
Pero cuando el supuesto acrocordón comenzó a dolerle, la también madre de dos hijos decidió buscar una segunda opinión. El día que le confirmaron que era carcinoma basocelular iba a ir al solárium, pero ante los resultados decidió no asistir.
Es desde entonces que la mujer ya no se broncea, asegurando que le aterró la idea de no estar ahí para sus pequeños hijos, Miley-Rose (8) y Reon (3).
Por último, en marzo pasado se sometió a una operación para extraer la protuberancia y obtuvo el visto bueno de los médicos cuatro semanas después. Actualmente se sigue controlando en caso de reaparición y concientiza a las personas para que no usen solárium.
