Se dice que los nietos son la mayor alegría de la vida. Y a tal punto llega esa idea, que una investigación reciente concluyó que las abuelas pueden estar más conectadas emocionalmente con sus nietos que con sus propios hijos e hijas.

El estudio fue publicado a finales del año pasado en The Royal Society, y realizado por un equipo de antropólogos de la Universidad Emory en Atlanta, Estados Unidos.

Los especialistas reclutaron a 50 mujeres con al menos un nieto biológico de entre tres y 12 años, y utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional para escanear sus cerebros. Así, descubrieron que es con ellos que se activa el área de la empatía emocional.

Sin embargo, con sus hijos se produce otro efecto: el de la empatía cognitiva. Esto indica que están tratando de comprender cognitivamente a su hijo adulto, en lugar de experimentar una conexión emocional y afectiva más directa.

“La diferencia se genera porque se desarrolla un rol de cuidado distinto al que realizan los padres. Las abuelas (porque la mayoría son mujeres) adquieren un rol de ayuda en el cuidado y crianza, de forma altruista, sin buscar una remuneración“, explicó a Página 7 la especialista Claudia Rodríguez.

La coordinadora general del Centro Integral para el Envejecimiento Feliz – CIEF-, de la Universidad de los Andes, también indicó que las mujeres en esa etapa por lo general están laboralmente inactivas, por lo que planifican el cuidado con tiempos más holgados.

“Al no ser la cuidadora principal (como los padres), disfrutan este cuidado, y lo principal: favorece el envejecimiento activo”, añadió.

Abuela y nieto
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Empatía emocional y afectiva

Según Claudia Rodríguez, el cuidado y la conexión con los nietos “mejora la cognición, la marcha, el equilibrio y, en general, la funcionalidad de las personas mayores”.

En Chile, más del 45% del cuidado de niños lo realizan las abuelas. Centros de envejecimiento demuestran que es clave observar y analizar la relación de cuidado y afectividad, pues el estudio reveló que allí se activan regiones cerebrales involucradas en las emociones.

“Al compararlas con los padres, se evidencia que la activación de esas regiones emocionales ocurre más rápido con los nietos”, advirtió también.

Esto se puede explicar al ver el rol directo versus el más indirecto que tienen los padres y los abuelos en los cuidados y roles en la crianza de los hijos o nietos.

En esa línea, también entran en juego las experiencias de crianza previas de las personas mayores. “Eso les hace disfrutar y vivir más plenamente este rol”, concluyó la experta.