Una caja enterrada hace 134 años bajo el pedestal de la estatua del general confederado Robert Lee en Estados Unidos, fue abierta durante esta semana.

Según informaron medios internacionales, se trataba de una especie de cápsula del tiempo, donde el cuestionado exuniformado, que defendió la esclavitud durante la Guerra de Secesión, dejó una serie de documentos y elementos.

En específico, se trata de varias reliquias de la Guerra de Secesión pero ningún tesoro para los coleccionistas.

En detalle, los técnicos del departamento de Recursos Históricos del estado de Virginia encontraron balas Minié, (munición de la guerra civil de 1861-1865), billetes y monedas emitidos por el gobierno confederado, periódicos y revistas, un almanaque de 1887, libros, una biblia y documentos de las logias masónicas de la región, entre otros artículos.

Asimismo, destacan dos pequeñas esculturas de madera, los símbolos masónicos de la escuadra y el compás, una bandera confederada, un fragmento de una bomba utilizada en la batalla de Fredericksburg, y un llamativo documento que consiste en el dibujo de una mujer arrodillada frente al ataúd de Abraham Lincoln, asesinado el 14 de abril de 1865.

En total, la caja enterrada en 1887 contenía unos sesenta artículos, cuyos elementos están “en mejores condiciones de lo que nos esperábamos”, según afirmó Kate Ridgeway, directora del departamento de Recursos Históricos del estado de Virginia.

Cuestionado general

Cabe señalar, que una parte importante de la población estadounidense considera que la estatua del general es un símbolo de la esclavitud, por lo que en septiembre se retiró del lugar.

De hecho, la pieza fue blanco de los manifestantes durante las protestas antirracistas que estallaron después de la muerte en 2020 de George Floyd, el ciudadano afroamericano que falleció tras ser asfixiado por la presión de la rodilla de un policía blanco.