Issy Carr es una mujer de 86 años oriunda del condado británico de Yorkshire del Norte, que en los últimos meses pudo concluir de forma exitosa una incesante búsqueda.

En 1955 fue obligada por sus padres a dar en adopción a su hijo recién nacido. “Lo amé de inmediato y lo llamé George”, comentó a The Mirror.

“Una enfermera encantadora dijo que le habían dicho que yo no debía tener contacto con él. Se lo llevaron, no había nada que pudiera hacer…”, agregó.

Fue así como después del nacimiento del pequeño, a la mujer no le permitieron verlo ni abrazarlo.

La madre de Carr le explicó que el bebé no le permitiría encontrar un marido. “Mi madre me dijo que pronto me olvidaría de él, pero nunca lo hice. Nunca perdoné a mis padres”, lamentó.

Desde entonces, Carr no dejó de pensar en él ni de buscarlo, hasta que 66 años después tuvo su recompensa.

Encontró a su hijo en Australia

Gracias a un servicio de ADN y ascendencia en línea, la mujer pudo localizar el paradero de su hijo y descubrió que, además, tiene una nieta.

Envió muestras de su ADN al portal ancestry.com, que detectó una coincidencia con una residente de Perth, en Australia, llamada Kym Carthew, que resultó ser la nieta de Carr.

Captura | Issy Carr con la foto de su hijo junto a su nieta
Captura | Issy Carr con la foto de su hijo junto a su nieta

Como si se tratara de una inesperada coincidencia, Carthew, de 43 años, estaba buscando al mismo hombre, que era su padre, a quien nunca había conocido y cuyo nombre es Keith Garrahy.

Gracias a Internet, las mujeres lo localizaron en Australia, país al que había emigrado a los 15 años con su familia adoptiva, consignó Daily Mail.

Carthew lo visitó para relatarle todo, se paró frente a su puerta y le dijo: “Soy tu hija, y también encontré a tu madre”, causando la sorpresa del hombre.

Días después, y luego de asimilar el impacto que representaba la situación, los tres compartieron una llamada vía Zoom.

“Todos teníamos mucho en común y un sentido del humor similar. Keith es mi viva imagen y su hija es hermosa”, contó Issy muy emocionada.