Una verdadera pesadilla es la que han vivido por años Cara y James, un matrimonio inglés, debido a la salud de su hijo de 12 años, Aston Fisher, producto de una particular trastorno que padece: fobia a la comida.

Y es que el niño ha sobrevivido por mucho tiempo solo consumiendo pan y yogurt, ya que al intentar probar otros alimentos, entraba en crisis pánico, cuentan sus progenitores, que viven en la localidad de Norfolk.

“Solía ​​congelarse cuando tratábamos de darle algo más de comer. Su rostro se llenaba de miedo“, explica su madre al medio británico Mirror. Además indicó que a raíz de esto, por ejemplo nunca han podido disfrutar de una cena navideña.

“Ashton no podía soportar el olor. Ha sido una pesadilla viviente”, afirma Cara, de 49 años, quien llevó a Aston a diversos especialistas, sin éxito. Pero todo cambió cuando fueron a ver al psicólogo, Félix Economakis, quien le aplicó hipnoterapia.

Tras la consulta, el menor de edad fue diagnosticado con un Trastorno por Evasión Restrictiva de la Ingesta de Alimentos (ARFID), el que corresponde a un trastorno alimentario, en donde el paciente limita al mínimo la cantidad de comida que ingiere, llegando a situaciones extremas.

“Creemos que la fobia a la comida de Ashton se debe a que cuando era un bebé tenía reflujo, que es un desencadenante común entre las personas que padecen ARFID“, añade Cara, quien se ha mostrado preocupada, porque “no obtiene ninguno de los nutrientes que necesita”.

Esto mismo le ha generado problemas en el colegio, cuenta la mamá: “Sus compañeros en la escuela secundaria han notado que no come y se ha vuelto incómodo para él. No quiere ser diferente“, asegura al citado medio.

Importantes avances

No obstante, la ayuda del terapeuta ha sido esencial para lograr importantes avances en su recuperación, ya que ha conseguido añadir más alimentos a su dieta: “Consume un pan al día, pero ahora está dispuesto a comer sándwiches de jamón”, dice feliz su madre.

También ha probado una cena asada, Pringles y nuggets de pollo de McDonald’s. Ashton parecía tan orgulloso de sí mismo por probar algo nuevo”, comenta la mujer, aunque reconoce que aún es muy pronto para cantar victoria.

“Las cosas pintan bien, ya que Félix le ha dado la confianza para probar cosas nuevas. Ahora comprende que la comida no le hará vomitar“, sentencia.