Hace casi dos años, específicamente el 23 de agosto de 2019, Gary Ray Bowles fue ejecutado en Florida, Estados Unidos, tras ser culpado de horrendos crímenes.

A sus 57 años, el hombre recibió una inyección letal a las 22:58 horas, en la prisión estatal ubicada en el condado de Bradford, luego que la Corte Suprema de dicho país desestimara una apelación presentada por la defensa, argumentando problemas psicológicos.

Según consigna The Washington Post, el individuo fue condenado a la pena capital por ser responsable de la muerte de Walter Hinton, en noviembre de 1994 en Jacksonville Beach.

Este fue el último de sus seis homicidios, siendo apodado “el asesino de la I-95”, esto en referencia a que cometió sus fechorías en las inmediaciones de la autopista interestatal 95.

¿Qué lo motivó?

El sujeto llamó no solo la atención por su macabro actuar, ya que su procedimiento para matar tenía en común que asfixiaba a sus víctimas, principalmente hombres con los que se iba a vivir.

Entre los elementos que ocupaba se encontraban trapos, rollos de papel higiénico, corbatas y hasta un juguete sexual, informó aquel entonces Daily Mail.

Nacido en Virginia Occidental, el criminal abandonó su hogar huyendo de los constantes abusos que sufría desde niño. Para conseguir dinero, ejerció la prostitución con hombres durante varios años antes de comenzar su historial de muertes.

Uno de los hechos que marcó radicalmente la vida de Gary, fue el término de la relación con una mujer que lo abandonó después de descubrir que se dedicaba al trabajo sexual.

El diario News Daytona Beach, aclaró que el asesino responsabilizó a los hombres homosexuales del quiebre amoroso, siendo este el motor para buscar a sus víctimas.

“Nunca quise”

John Hardy Roberts fue el primero en caer en las manos de Gary Ray en Daytona Beach en marzo de 1994, para luego recorrer varios sectores tales como Rockville, Savannah, Atlanta y Jacksonville Beach atacando a otros.

Las autoridades locales identificaron a Bowles desde su primer homicidio, luego que dejara un documento personal en la escena del crimen, a esto se agrega que fue visto por una cámara de vigilancia tratando de sacar dinero de la cuenta de Roberts en un cajero automático.

Sin embargo, su detención no fue fácil, dándole tiempo para cometer otros cinco asesinatos, todos ellos hombres homosexuales. Pese a su escurridizo actuar, finalmente se le arrestó en Jacksonville mientras vivía con una identidad falsa.

Gary se convirtió en el reo número 99 en ser ejecutado en Florida desde 1976, luego que la Corte Suprema optó por reestablecer la pena capital.

Nunca quise que mi vida se pareciera a esto. Uno no se levanta un día y decide que se va a convertir en un asesino en serie”, fueron sus últimas palabras, según detalló Newsweek.