Fue en 1895 cuando el periódico estadounidense Boston Sunday Post publicó un artículo sobre “maravillas médicas”, supuestamente halladas en informes de la Royal Scientific Society (Real Sociedad Científica).

De esa extensa publicación, el único caso que sigue generando impacto es el de Edward Mordake, también llamado “Mordrake” por la prensa de la época.

Según especifica el artículo se trataba del “heredero de uno de los títulos de nobleza más importantes de Inglaterra”, y que había nacido con una segunda cara en la parte posterior de la cabeza.

Asimismo, lo describían como una persona “inteligente, talentosa musicalmente y guapo”. Sin embargo, aterrorizado por mostrar su segundo rostro, e incapaz de encontrar un cirujano que se la quitara, Mordake se habría suicidado a los 23 años.

Archivo |  Boston Sunday Post
Archivo | Boston Sunday Post

Con el transcurso de las décadas su historia fue adquiriendo aspectos más terroríficos. “Aunque Mordake no podía hablar con palabras completas, la segunda cara pudo reír, llorar y hacer ruidos extraños sin el control de Edward“, detalla una de las publicaciones viralizadas en redes sociales.

“Aparentemente le suplicó a los médicos que le quitaran la ‘cara de demonio’ con el argumento de que le susurraba cosas horribles por la noche, pero ningún médico podía hacerlo”, precisaron.

Cabe señalar que las publicaciones incluyen fotografías que supuestamente muestran el cráneo de Mordake en un museo y otras reproducciones del rostro.

¿Mordake existió realmente?

Si bien la historia de Mordake ganó credibilidad porque se incluyó en el libro de los doctores George M. Gould y Walter L. Pyle, Anomalías y curiosidades de la medicina, los antecedentes habrían sido copiados de un artículo de periódico ficticio.

De hecho, las fotografías publicadas en el texto, y décadas más tarde viralizadas en redes sociales, muestran esculturas y no a personas reales.

En este contexto, según devela el sitio de noticias Usa Today, en la Royal Scientific Society (Real Sociedad Científica) no se halló información respecto al caso, ni a uno de similares características.

Además, evidencian que Charles Lotin Hildreth, el autor del artículo, fue en realidad un poeta y escritor de ficción especulativa.

Patologías reales

A pesar de los aspectos ficticios que tiene esta historia, la supuesta condición de Mordake comparte algunas similitudes con dos patologías médicas reales.

Se trata del craniopagus parasiticus, una malformación en la que se desarrolla una “cabeza gemela parásita” unida a una “cabeza viva” aparentemente normal y con cuerpo propio.

El segundo es el diprosopus, una condición que se caracteriza por la duplicación parcial o completa de las estructuras faciales en una única cabeza, cuello, tronco y cuerpo.

Sin embargo, las descripciones existentes de Mordake no coinciden con ninguna de las patologías antes mencionadas.