A través de redes sociales se viralizó recientemente una emotiva situación que le tocó vivir a una camarera llamada Megan King, quien utilizó su cuenta de Twitter para mostrar el mensaje que le dejó una clienta junto con la propina.
Todo ocurrió el pasado fin de semana, cuando cumplía con su turno de trabajo y atendió a una mujer mayor que fue al restaurante para comer sola. Al terminar su almuerzo, no solo dejó unos dólares de propina, sino que adjuntó un papel con un breve texto escrito a mano.
“Muchísimas gracias por tu amable servicio. Fue mi primera vez comiendo afuera yo sola desde que falleció mi marido. Esperaba poder superarlo”, fueron las palabras que emocionaron profundamente a King.
La joven compartió dos imágenes: una que mostraba el mensaje de la clienta, y otra que corresponde a una selfie en la que aparece ella muy sonriente, pero con lágrimas como consecuencia de haber leído su contenido.
“En dolor”, redactó en su publicación que superó los 800 mil likes y los 50 mil retuits.
in pain pic.twitter.com/lgjt12Vamx
— ☆ mother inferior ☆ (@alienpopstarr) July 21, 2021
Su restaurante favorito
En diálogo con Newsweek, la joven mesera contó algunos detalles de su interacción con la mujer. “La clienta que dejó la nota llegó más o menos a la mitad de mi turno de 17 horas, y como era domingo, el lugar estaba colmado como siempre. A la mitad de su comida, empezó a bajar la intensidad de trabajo, así que charlamos unos minutos”, reveló.
Según sus palabras, se trató de una pequeña conversación, nada muy profundo. “Me dijo que tenía casi 70 años y que solo quería pasar un rato en su restaurante favorito”, recordó también King.
Por oro lado, la trabajadora del local dijo que, mientras almorzaba, la viuda la miró en varias oportunidades. “En retrospectiva, me gustaría haber tomado esa mirada como una invitación. Creo que era lo que ella quería. No dejaba de mirarme, así que pensé que algo no iba bien en su comida o que necesitaba ayuda”, mencionó.
Aunque no pudo pasar más tiempo con la mujer, King quedó muy tranquila por la nota que le dejó. “Me sorprendió mucho. En cuanto leí que había perdido a su marido me quedé perpleja. Tuve que ir al baño para recomponerme y atender mis otras mesas, aunque realmente no tuve tiempo de descansar”, concluyó. .
