El 6 de diciembre de 1991 en Austin, Texas, ocurrió uno de los crímenes sin resolver más impactantes en la historia de Estados Unidos.
Las adolescentes Amy Ayers (13), Eliza Thomas (17), Jennifer Harbison (17) y su hermana Sarah Harbison (15), fueron asesinadas al interior de un local de venta de yogur helado, que fue posteriormente robado y quemado.
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Sarah y Amy habían pasado gran parte del día en el cercano centro comercial Northcross Mall, esperando que Jennifer y Eliza terminaran su turno en la tienda perteneciente a la cadena I Can´t Believe It’s Yogurt!
Eran cerca de las 10 de la noche cuando las menores de edad se dirigieron al local a buscar a sus otras dos amigas. La idea era celebrar una fiesta de pijamas, lo que finalmente nunca ocurrió, informó el medio local KVUE.
Los hechos
Una vez reunidas las cuatro, Jennifer se apresuró en bajar la cortina, aunque todavía quedaban algunos clientes al interior.
Poco antes de la medianoche, un policía de Austin, en patrulla, alertó de un feroz incendio proveniente de la tienda I Can´t Believe It’s Yogurt!
Tras extinguir el fuego, bomberos lograron ingresar al lugar completamente quemado y hallaron cuatro cuerpos desnudos, cada uno de ellos con un disparo en la nuca.
De acuerdo a The Austin Chronicle, Sarah estaba amordazada y había sido abusada sexualmente. Jennifer y Eliza, en tanto, tenían las manos en sus espaldas.
El caso más llamativo fue el de Amy, ya que fue encontrada a metros de las otras tres víctimas. Si bien es cierto no estaba calcinada, recibió quemaduras antes de empezar el fuego. A diferencia de las demás, le dispararon dos veces.
Se cree que los asesinos apilaron los cuatro cuerpos, pero Amy aún estaba viva y logró moverse antes de morir.
Sin resolver
Los detectives a cargo de la investigación llegaron a tener más de 300 sospechosos y diversas confesiones falsas, incluido el reconocido asesino en serie Kenneth Allen.
En octubre de 1999, ocho años después del macabro crimen, cuatro hombres fueron arrestados: Robert Springsteen (24), Michael Scott (25), Maurice Pierce (24) y Forrest Wellborn (23).
Wellborn y Pierce fueron liberados sin cargos en su contra, pero a Scott y Springsteen los llevaron a juicio, el que no estuvo exento de polémicas.
Esto porque no hubo ninguna evidencia que los ubicara en el lugar, lo que tampoco se pudo comprobar con las pruebas de ADN. Además, ambos revelaron que los obligaron a confesar.
Pese a que fueron condenados, en 2009 los dos acusados quedaron en libertad y todos los cargos fueron desestimados, consignó CBS News.
Respecto al motivo, si bien es cierto se alertó que faltaba dinero de lo recaudado aquella noche, se descartó que fuera un robo, debido a cómo se desarrollaron los hechos.
Hasta el momento, el caso conocido como “los asesinatos de la tienda del yogur” sigue sin tener culpables.
Así lo recuerdan los medios locales:
