Hace ya varios años que las redes sociales tomaron el protagonismo en cuanto a la aproximación a otras personas con interés amoroso o sexual. Si bien la imagen continúa siendo algo importante, la palabra escrita o la forma de expresarse puede ser igual o más relevante.

Para los más desconfiados, o para los que creen que la belleza exterior es lo primero a considerar a la hora de fijar los ojos en alguien, la verdad es que existe un concepto conocido como “sapiosexual”, y que define a aquellas personas que van un poco más allá.

El término proviene del latín: ‘sapiens’ = sabio, y se utiliza para representar a las personas que sienten atracción sexual por otra, sea hombre, mujer o no-binario, fundamentalmente por su intelecto y no tanto por el físico.

La psicóloga clínica y sexóloga española Miren Larrazabal, explicó al medio ibérico ABC.es, que “se trata de gente que no se guía por cuestiones físicas y valora en la elección la inteligencia y siente por ello excitación sexual”.

Aún así, la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), indicó que “no tiene que ser necesariamente para tener relaciones sexuales casuales, sino que se orienta más a una elección a largo plazo“.

En tanto, para la sexóloga, también española, Núria Jorba, “los sapiosexuales muestran una necesidad más intelectual, buscan a través de la conversación nuevas experiencias y estímulos, se sienten enriquecidos con nuevos conocimientos, que comparten con el otro obteniendo consecuentemente seguridad, estabilidad y cierta admiración”.

La profesional aseguró al medio La Vanguardia, que las personas sapiosexuales también pueden tomar en cuenta aspectos como el físico o la personalidad, sin embargo, tienden a priorizar o se sienten más atraídos por la parte intelectual.

¿En qué momento se presenta esta atracción?

Es común que se crea que la primera atracción sexual hacia otra persona partirá por lo físico, y puede que sea así, pero el punto es que esto no es una interacción consciente, pues no se razona al respecto ni se le busca justificación, simplemente nos pasa, lo sentimos.

En esa línea, la denominada ‘química’ vendría después, cuando comenzamos a relacionarnos y ponemos atención a otros aspectos como la conversación, los gestos, la cercanía, etc.

No obstante, también es posible que la atracción sexual a partir de lo intelectual, se dé en un nivel más avanzado, cuando hemos establecido un vínculo y mayor interacción con la otra persona. Cuando conocemos otros aspectos de su vida, de su comportamiento, y generamos una atracción mayor anclada en lo intelectual, social y/o emocional.

A diferencia de la física, este tipo de atracción es consciente, podemos razonarla y nos damos cuenta por qué la sentimos. Eso sí, el control tampoco es total.

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¿Qué es ser una persona sapiosexual? | Pixabay (cc)

Para la terapeuta de parejas, también existe un ‘peligro’ al que se debe estar alerta cuando nos involucramos en una relación de tales características. Y es que si somos una persona con baja autoestima o insegura, la admiración por la inteligencia de la otra persona puede resultarnos abrumadora.

Tanto así que podemos idealizar a la otra persona, ubicándola en un altar, y generando expectativas y una dependencia dañina a todas luces.

Cuando ocurre esta asimetría en la relación, es muy probable que se vuelva tóxica y revista otros riesgos más importantes tanto a nivel psicológico como físico.

Por último, si crees que has llegado a un momento de tu vida en que prefieres tener una gran conversación en vez de sexo casual (no quiere decir que nunca más puedas vivir una aventura), te emociona más lo que saben que lo que tienen o no te enamoras fácilmente, quizá estés muy cerca de ser sapiosexual.