Científicos de la Universidad de Brown realizaron una serie de estudios para comparar la actividad cerebral de personas con un sesgo político en Estados Unidos, tanto  liberables como conservadores.

Utilizando la tecnología de resonancia magnética funcional, analizaron a 22 voluntarios de cada tendencia.

En dicho proceso se mostraron tres videos: un segmento de noticias objetivas sobre un tema político cargado, debate y documental no relacionado con la materia.

Luego de ver los registros, estos participantes tuvieron que responder una lista de preguntas y llenar una encuesta sobre distintos temas.

“Los liberales con este rasgo tendían a ser más liberales en la forma en que veían los eventos políticos, mientras que los conservadores con este rasgo tendían a ser más conservadores”, señaló la universidad en un comunicado.

En el citado texto, el co-autor del estudio, Oriel FeldmanHall, afirmó que “conocemos que se ha vinculado la intolerancia a la incertidumbre con la polarización política en ambos lados del pasillo”.

“Entonces, si una persona en 2016 era un partidario de Trump fuertemente comprometido o un partidario de Clinton fuertemente comprometido, no importa. Lo que importa es que la aversión a la incertidumbre solo exacerba la forma similar en la que responden dos cerebros conservadores o dos cerebros liberales cuando consumen contenido político”, complementó.

Finalmente, el investigador y co-autor del análisis, Jeroen van Baar, expresó que “descubrimos que la percepción polarizada (percepciones ideológicamente distorsionadas de la misma realidad) era más fuerte en las personas con la menor tolerancia a la incertidumbre en general”.

“Esto muestra que parte de la animosidad y los malentendidos que vemos en la sociedad no se deben a diferencias irreconciliables en las creencias políticas, sino que dependen de factores sorprendentes, y potencialmente solucionables, como la incertidumbre que experimenta la gente en la vida diaria”, cerró.