Alejandro Montagna, un argentino de 52 años, vivió momentos complicados a cuatro mil metros de altura, cuando saltó desde un avión y quiso abrir su paracaídas, cuyas cuerdas se enroscaron mientras el hombre volaba en dirección al suelo.

A través de una cámara 360 que llevaba en el casco, el ingeniero industrial pudo registrar los frenéticos segundos que tuvo para resolver el problema y lograr que la carpa finalmente se extendiera.

“En el procedimiento, empiezo a pelear para tratar de arreglar el paracaídas, que finalmente lo logro. Me tomó un minuto y fue cansador. Si llego a una altura de 600 metros del piso sin resolverlo, tenía la posibilidad de abrir el paracaídas de emergencia. Pero es un momento en el que debes decidir muy rápido. El cuerpo me disparó una fuerte descarga de adrenalina”, comentó al sitio Infobae.

Sin embargo, aunque muchos pensarían que se trata de una situación de vida o muerte, Montagna aclaró que no fue así, y que tampoco sintió miedo, pues tiene en el cuerpo 3.700 saltos, en casi 30 años de experiencia.

“El procedimiento de emergencia lo llevo grabado en el cerebro”, aclaró.

Alejandro Montagna paracaidista
Captura

No es primera vez

En conversación con Todo Noticias, en la televisión argentina, Montagna reveló que lo suyo no es tan común, ya que él vuela en wingsuit. “Son esos trajes-ala que permiten volar a 200 kilómetros por hora hacia adelante, y caer a una velocidad menor”, explicó.

Igual que cualquier salto, dijo, se termina abriendo el paracaídas para asegurar el aterrizaje, pero a veces se produce cierta inestabilidad que hace que se enrosquen las cuerdas en el momento de la apertura.

“Tengo un minuto, no porque vaya a estrellarme contra el suelo, sino porque se agota el tiempo para arreglar el velamen, y tendría que abrir el de emergencia, que es un procedimiento estándar“, añadió también.

En esa línea, explicó que esto no sucede habitualmente en el paracaidismo normal, pero en los wingsuits de alta perfomance es más frecuente, “porque cualquier mínima asimetría en el cuerpo puede afectar la apertura de la carpa”.

“Me pasa a mí una vez cada 5 o 10 años. He tenido incidentes así antes, más de 50 veces. Lo que pasa es que es impresionante ver la cámara grabando mi lucha y el trabajo que hago para desenredarlo“, mencionó el experto.

En Argentina, hay más de 200 paracaidistas activos, pero menos de 20 vuelan en wingsuit, ya que es una disciplina más difícil. Alejandro, en sus casi 4 mil saltos, ha tenido que recurrir al paracaídas de emergencia solo dos veces,  y aclaró que ese está diseñado para no fallar.