Una emotiva fiesta de despedida le realizaron en un hospital de Denver, Estados Unidos, a una perrita llamada Wynn, que se convirtió en un importante soporte emocional del personal médico durante los difíciles meses de la pandemia.
Se trata de una labradora en entrenamiento para ser can de servicio. En medio de su ‘práctica’, acompañó a funcionarios del Centro Médico Rose, quienes organizaron un evento a la altura de las circunstancias una vez que se terminó la estadía de su compañera perruna.
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La historia de Wynn se dio a conocer luego de que apareciera en redes sociales en una foto sentada junto a una doctora, a quien consolaba en los pasillos del hospital.
El adiós
Según evidenció el propio recinto hospitalario a través de Twitter, la perrita continuará su entrenamiento a cargo de Susan Ryan, médica de emergencias y criadora voluntaria de cachorros de Canine Companions for Independence. El objetivo es perfeccionarse en su capacitación para ayudar en el futuro a niños con autismo o a veteranos de guerra que sufren estrés postraumático.
“Wynn, nuestra querida perra de servicio en entrenamiento, está lista para iniciar su próximo capítulo. Ayer la celebramos y reflexionamos sobre el consuelo que nos brindó durante la pandemia“, redactaron en el Centro Médico Rose, donde estuvo cerca de un año.
Durante la despedida, se vieron carteles donde funcionarias de salud catalogaron a la perrita como una heroína.
En entrevista con Fox News, la mujer a cargo del entrenamiento de Wynn señaló que, a pesar de todo lo que debieron atravesar debido al COVID-19, lograron mantener un equipo unido. “Ella era parte de nuestro equipo; nos ayudó a superarnos. Bastaba con que las personas la acariciaran para hacerlas sonreír en los días más difíciles“, dijo.
“Es un momento de orgullo y es un momento triste. Me enseñó a a estar presente en el peor año de nuestras vidas, y esa es una lección muy grande”, concluyó.
