La idea cuando se va a un restorán es poder pasar un momento agradable, mientras se come una sabrosa preparación. Eso fue al menos lo que quería una familia en Argentina, pero no lo consiguió.
La familia llegó al restorán Fogón Criollo de Córdoba. Si bien sabían que el lugar era caro, la idea era darse un gusto antes de volver a Buenos Aires. El problema fue que nunca pensaron que terminarían pagando más de 8 mil pesos argentinos (unos 73 mil pesos chilenos).
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“Hola gente linda: aquí comparto algo que me sucedió hoy por la noche. Fui a cenar a Fogón Criollo y esta es la cuenta que aboné. La comparto para que piensen antes de ir hasta este lugar, ¡te cobran casi hasta por respirar! Éramos tres adultos y dos menores. $8720”, decía parte del relato que se volvió viral.
Andrea Arrozpide, la madre, contó que apenas llegaron todo comenzó a salir mal. Primero fueron los niños los que se ubicaron en una mesa, mientras ellos estacionaban, y cuando entraron se percataron que ya había bebidas y empanadas servidas, pese a que ellos no pidieron algo.
“Es decir que cuando nos sentamos ya teníamos eso puesto en la mesa”, comentó, asegurando que a ellos nunca les preguntaron.
Siguieron los problemas
Luego comprobaron que la carta de precios efectivamente era cara: “El problema fue la cantidad y la calidad, ¡las porciones eran mínimas y recalentadas! Nos trajeron todo junto en la misma parrillita y se notaba que era carne a la que le habían dado una segunda oportunidad”.
Según detalló la madre al diario Crónica, pidieron una ensalada para compartir y llevaron algo solo para uno; luego les cobraron por el hielo y $200 (2 mil pesos chilenos) por mantequilla extra para unos ñoquis.
“Igual nosotros pagamos y dejamos propina porque es lo que corresponde, pero no está bueno. Siempre venimos de vacaciones a Córdoba porque nos encanta, pero se aprovecharon de la situación”, sentenció la mujer, ante esta situación que se volvió viral.
