Un estudio desarrollado por los Centros para el Control y la Prevención de los Estados Unidos (CDC), el cual fue publicado en la revista científica JAMA reveló que las personas asintomáticas con COVID–19 transmiten el virus en más de la mitad de los casos.

En dicho material, se afirma que un 59% de toda la transmisión provino de personas sin síntomas, en un escenario referencial. Esto incluiría el 35% de los casos nuevos de personas que infectan a otras antes que el virus se manifieste con algún indicio y el 24% de individuos que no presenciaron algún malestar durante toda la fase aguda de la enfermedad.

Según consigna Infobae, Jay Butler, subdirector de enfermedades infecciosas de los CDC y coautor del estudio, afirmó que “la conclusión es que controlar la pandemia del COVID-19 realmente va a requerir controlar la pandemia silenciosa de transmisión de personas sin síntomas”.

Esta información entrega nuevos detalles y desafíos para poder enfrentar esta pandemia, afirma el científico: “Las herramientas de mitigación de la comunidad que tenemos, deben utilizarse ampliamente para poder frenar la propagación del SARS-CoV-2 de todas las personas infectadas, al menos hasta que tengamos esas vacunas ampliamente disponibles”, afirmó.

Es importante señalar que la Universidad de Birmingham y el organismo gubernamental de Salud Pública de Inglaterra, indicaron que la nueva cepa británica del coronavirus es un 70% más contagiosa que la original porque se replica en la garganta. Lo cual hace más relevante seguir desarrollando modelos que expliquen la propagación del virus especialmente en personas asintomáticas.

En tanto, con respecto al modelo publicado por la revista JAMA Network Open donde se detalla el nivel de infección que generan los asintomáticos, este tiene resultados bastante sólidos y creíbles según el epidemiólogo Richard Menzies, quien dirige el Centro Internacional de TB McGill en Canadá.

Eso sí, Muge Cevik, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de St. Andrews en Escocia, señaló en dicho medio que algunas de las informaciones del estudio no tomaron en cuenta el entorno. “Quizás la transmisión asintomática sea importante, pero puede ser mucho más importante en los hogares y las instalaciones de atención a largo plazo”, dijo, señalando que eso podría significar que sería necesario hacer pruebas más específicas para poblaciones de alto riesgo.

Mientras la comunidad científica sigue trabajando a contra reloj para ganar la batalla contra el COVID–19, estos estudios siguen recalcando la importancia de seguir respetando las recomendaciones entregadas por las autoridades sanitarias, ya sea el distanciamiento social, el uso de mascarillas, el lavado de manos frecuentes y evitar las aglomeraciones.