Un reciente estudio liderado por el geólogo y académico de la Universidad de Chile, Gabriel Easton, analizó el impacto que tendría un evento telúrico sobre la Falla de San Ramón, situada en el sector oriente de Santiago.

En este contexto, se analizó el panorama de la comuna de Peñalolén, donde actualmente se construye un condominio precisamente sobre la traza (ubicación) de la falla. Sin duda es una situación que alerta a los vecinos del sector.

El estudio plantea la necesidad de considerar los vacíos normativos del medio urbano, para reducir el riesgo de desastres naturales. Esto considerando que existe un escenario de amenaza sísmica en el lugar, destaca el diario La Tercera.

“La zona oriente de Santiago ha experimentado una expansión urbana sin precedentes en las últimas cuatro décadas, generando un aumento de la exposición de sus habitantes a riesgos socio-naturales de origen geológico“, considera el estudio.

Cabe señalar que las investigaciones realizadas en las últimas dos décadas, evidencian que la Falla de San Ramón es capaz de generar terremotos de gran magnitud, con ruptura en la superficie.

Esa característica sin duda implica una gran amenaza. “La posibilidad de ruptura o dislocación del suelo, junto a movimientos (aceleraciones) localmente mucho mayores a los que, por ejemplo, produjo el terremoto de 2010 en Santiago”, alerta el experto que lideró el estudio.

“Según información que se deduce, y contrariamente a lo indicado en la Declaración de Impacto Ambiental de este condominio, efectivamente parte del proyecto se encuentra directamente sobre una de las trazas (brazos) de la falla, de acuerdo al conocimiento científico que disponemos a la fecha”, añade sobre la construcción en esa zona.

Una amenaza, pero no un peligro inminente

Asimismo, Pablo Salucci, geógrafo de la Universidad Católica, advierte que estas características convierten a la falla en una verdadera amenaza. “Si observamos el proceso de urbanización que se ha llevado cabo en los últimos 40 años años sobre el piedemonte cordillerano, lugar por donde pasa la falla, observamos un peligro, ya que tenemos a población expuesta a esta amenaza”, argumenta.

Por otra parte, Gabriel González, geólogo de la U. Católica del Norte y subdirector del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden), reconoce que la falla San Ramón es una amenaza para Santiago, “pero no es un peligro inminente”.

“Los antecedentes publicados por el equipo liderado por Gabriel Easton, sugieren que se trata de una falla con velocidad de movimiento lento, del orden de 0.4 mm/yr, cuyo último evento geológicamente reconocible ocurrió hace 8 mil años y el anterior hace 17 mil años”, señala González.

Finalmente, González considera que si bien estas inferencias son muy contundentes, “al menos nos permiten de alguna manera poner un margen de conocimiento para la toma de decisiones acotadas al peligro actual”.